Otra ola de ventas de bonos de la deuda soberana que disparó el riesgo país hasta los 1891 puntos.

Por Federico Kucher/ Página 12

Los inversores pegaron el portazo. Los activos financieros de la Argentina tienen un valor de baratija. En los últimos tres días hábiles los bonos y las acciones perdieron casi la mitad de su precio y las caídas no se detienen. La reacción del mercado ante los anuncios económicos estaba cantada: otra ola de venta de los bonos que los lleva a perder más del 6 por ciento en las primeras horas de la jornada. Las reservas bajaron más de 3500 millones de dólares en las últimas tres semanas y encienden todas las luces de alerta. Las acciones argentinas en la bolsa de Nueva York marcan bajas de hasta 20 por ciento.

La incertidumbre
Las medidas propuestas para los próximos meses van a contramano de todo lo que se hizo hasta el momento. El congelamiento de los combustibles para los próximos 90 días resulta imprudente. La devaluación es superior al 30 por ciento y la inflación tiene un piso interanual superior al 50 por ciento. Esto potencia la preocupación por la inestabilidad macroeconómica en un modelo de absoluta desregulación de los capitales.
Las expectativas de precios y tipo de cambio para los próximos meses no encuentran techo. La devaluación retroalimenta la inflación de agosto y las tasas de interés en niveles cercanos al 75 por ciento no alcanzan para contener las compras de dólares. La reacción del mercado puede ser exagerada pero no resulta irracional. Los inversores no encuentran propuestas consistentes y la desconfianza aumenta cada vez que se hace un anuncio.

 

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