Tren Urbano dialogó con Erica Hynes diputada provincial del FPCyS sobre la determinación del Arzobispado santafesino de abrir un registro de denuncias sobre casos de abusos por parte de clérigos de la Iglesia católica, remarcó el reconocimiento de dicha institución sobre una problemática de larga data, además dijo que la Iglesia debe ser quien  debe ajustarse a la ley y deberá tener un compromiso más fuerte y explicito para que los casos de abusos ocurridos dentro de la institución no queden impunes.

¿Qué posición tiene ud. al respecto sobre la decisión del Arzobispado?

“Efectivamente escuché lo que ustedes estaban comentando como introducción y sin dudas es una noticia que preocupa porque lo que aparece como una ayuda o una búsqueda de la institución  de reconocer un problema y de hacerse cargo después cuando se va a mirar un poco más lo que ofrecen en realidad tienen objetivos poco claros y tampoco está muy puesto sobre la mesa como va a funcionar y como va a hacer un vehículo para que las personas efectivamente puedan denunciar ante la justicia o se sientan acompañadas o protegidas para poder realizar las denuncias correspondientes ante la justicia que en definitiva es quien tiene que tomar cartas en estos asuntos”.

¿Quién garantiza si alguien se presenta en el Arzobispado denunciando una situación de abuso esta llegue a la justicia?

“Por eso ese compromiso no está explícito al contrario cuando se ha realizado la conferencia de prensa y se ha preguntado todo queda en una nebulosa en un gris en una ambigüedad sobre si este espacio será algo para facilitar esa denuncia, garantía de derechos de las personas o simplemente se va a convertir en una cuestión paralela que en el mejor de los casos dificulte o que frustre tal vez la consecución de derechos”.

“Como es una problemática grave de la Iglesia que le ha traído grandes perjuicios a muchísimas personas en todo el mundo y que muchos jóvenes y adultos lo pueden expresar y en otros casos nunca lo pueden expresar, pensamos que debería ser tomado con un compromiso y una decisión política mucho más fuerte y más explícita como para garantizar que no siga sucediendo y para prevenirlo sobre todo en ese sentido hay que trabajar mucho en la educación , en la educación sexual integral en las personas que están confiadas a la Iglesia, pues hay muchos niños y niñas que se educan en instituciones religiosas, entonces es una responsabilidad enorme”.

“Hubo presentaciones desde los colegios de abogados de Rosario y creo que en Santa Fe también existe una iniciativa más reciente, pero bueno sin dudas el poder judicial tiene bien establecido cuáles son sus atribuciones creo que no necesita llamarle la atención a la Iglesia en todo caso es la Iglesia la que debe ajustarse a la ley. También los legisladores podemos pedir informes al poder ejecutivo sobre alguna relación que existe con esta institución en cuanto a subsidios y prerogativas que tiene oculto la Iglesia católica y en ese sentido establecer algún monitoreo del Estado, pero me parece que la responsabilidad principal acá es del Arzobispado en cuanto a reflexionar sobre que dispositivos abre y que puertas abre, cuales son los objetivos y quienes son las personas que están a cargo”.

“Los protocolos contra la violencia de género del abuso y contra el acoso son instrumentos muy eficaces y están bien hechos sino se pueden convertir en contraproducentes, tienen que ser ámbitos de escucha  y de protección confidencialidad, no re victimizar y ahí es importante que las personas tengan formación y experiencia cosa que no está garantizada al menos lo que vimos en los medios de este dispositivo que se abrió en el Arzobispado local”.

¿Es factible que se implemente la ley Micaela?

“Sí la ley Micaela es un piso, porque después tenemos todo lo que es Educación Sexual Integral  que ha quedado demostrado que es la mejor herramienta que tiene la escuela y todas las instituciones que trabajan con familias para descubrir los casos de abuso de acoso y para que los niños y niñas aprendan a conocer sus derechos sobre sus propios cuerpos y que apunta a una sociedad más igualitaria y no solo para prevenir violencias”.

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