Eduardo Domínguez no fue concreto cuando se le preguntó por su continuidad en Colón, que le debe una cifra muy importante. Está en el radar de Boca.

“No voy a hablar de la renovación de mi contrato con Colón, estoy enfocado en los partidos y en los partidos que nos toca jugar. Hay muchas versiones de lo que se habla, estoy con la tranquilidad de trabajar todos los días”, manifestó Eduardo Domínguez, luego de la derrota ante River, en el Monumental, donde su equipo perdió el invicto en la Copa de la Liga Profesional.

Sin dudas que más allá del gran momento que está atravesando Colón desde lo deportivo, el tema de la renovación de Eduardo Domínguez desvela a dirigentes e hinchas, como consecuencia de su gran incidencia en la reconstrucción futbolística del equipo.

Vale recordar que al momento de volver, Colón se encontraba en zona de descenso, con una racha de más de dos años sin ganar en condición de visitante, y pasó de la mano de Eduardo Domínguez a ser protagonista de la Copa Diego Maradona, de cosechar una racha histórica de partidos invictos, logrando el mejor arranque de campeonato en la Copa de la Liga Profesional, que lo tiene como uno de los máximos aspirantes al título.

Vale recordar que antes del partido ante San Lorenzo, en diálogo con una de las señales encargadas de televisar los partidos en la Copa de la Liga Profesional, Domínguez fue consultado sobre su continuidad, en función de que era uno de los apuntados para volver a Huracán, tras la asunción David Garzón, y contestó: “A mitad de este año termina mi contrato. Estoy cómodo acá, se que el presidente también lo está. Es una linda ciudad, un lindo club para crecer. No fue bien en su momento, clasificamos a copas y ahora está creciendo el equipo. Estoy pensando acá, dejé amigos allá pero yo sigo enfocado acá”.

Hubo un encuentro en Buenos Aires entre José Vignatti y Juan Berros, representante de Eduardo Domínguez, donde se avanzó en las charlas para la renovación con Colón. Allí se le transmitió al presidente una serie de requerimientos del DT, que considera claves y que tiene que ver con la logística a emplear con el plantel profesional.

En tanto que en la última reunión de Comisión Directiva, donde se estableció la fecha de las elecciones, Vignatti les informó a los dirigentes que están muy avanzadas las negociaciones para que Domínguez pueda firmar un contrato de extensión de vínculo hasta diciembre del año que viene.

Lo concreto es que a Domínguez el último mes se le pagó completo, pero hay una gran deuda generada durante los primeros meses de la pandemia, a pesar que el club siguió percibiendo el dinero de la TV, que se pretende cobrar antes de firmar un nuevo vínculo.

Hay algunas versiones que la misma está reformulada, pero lo concreto es que existe. En tanto también habría un tema particular de Domínguez que podría alejarlo de Colón, debido a la necesidad que tendría de volver a vivir en Buenos Aires.

 

Por otro lado, desde Buenos Aires se menciona cada vez con más insistencia que sería uno de los grandes candidatos a suceder a Miguel Ángel Russo en Boca, como consecuencia de su relación familiar con Carlos Bianchi, referente para Juan Román Riquelme, vice del club y presidente del Consejo de Fútbol.

Además, Domínguez tiene en su cuerpo técnico a Pablo Santella, hijo de Julio, histórico PF de Bianchi en Boca, que es un dato que seduce y mucho a los popes xeneizes. Se informa que el actual DT de Colón competiría en esa carrera por suceder a Russo con Ricardo Gareca, quien tiene contrato con la Selección de Perú, y Alexander Domínguez, entrenador de Talleres de Córdoba.

De esta manera, a dos meses y medio de terminar su contrato, con declaraciones que no son concisas de Domínguez, sumado al interés de Boca para que sea el sucesor de Miguel Russo, más la deuda que Colón tendría para con su cuerpo técnico, crece la incertidumbre sobre su continuidad en el club, al cual le cambió rotundamente la cara desde lo futbolístico en el último año.

Con información de UNO Santa Fe

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