Así se expresaba la veterana de guerra Alicia Reynoso enfermera de la Fuerza Aérea Argentina que dialogó con Tren Urbano sobre las vivencias de la guerra de Malvinas, el poco reconocimiento hacia ellas y el camino logrado en las fuerzas armadas un espacio hecho por y para los hombres.
14 Veternas de guerra
“Bueno nosotras pertenecemos a la Fuerza Aérea Argentina somos 14 enfermeras veteranas de guerra reconocidas por el Congreso Nacional de acuerdo a la ley 23.118 que en el año 1982 como muchos fuimos a decir presente cuando la patria nos llamó”.
“Formamos parte del Hospital Reubicable que está al lado del Hospital Aeronáutico Central en Pompeya y allí hacíamos las tareas específicas de un Hospital y de Pompeya nos trasladamos al sur y hacíamos las mismas actividades de recibir a los heridos, la contención y la evacuación porque debíamos tener las camas libres porque nunca sabíamos cuando venía el próximo avión”.
Fuimos las pioneras, nos adaptamos más rápido nosotras que ellos
“Las mujeres entran en la Fuerzas Armadas en 1980 y fuimos nosotras las pioneras, fuimos la prueba piloto para ver si nos adaptábamos, creo que nos adaptamos primera nosotras ante que ellos se adaptaron a nuestra presencia en un ambiente machista, pensado por y para los hombres, nos costó mucho abrir camino”.
Nos gritaban cosas que hoy no se atreverían
“También es cierto que nosotras veníamos de una generación donde estaba naturalizada la violencia y lejos de victimizarnos lo tomábamos un poco en broma cuando nos gritaban cosas que hoy no se atreven a decir”.
“Estábamos ahí porque éramos mayores de edad y con una profesión y habíamos ingresado a la fuerza porque nosotras queríamos nadie nos obligó”.
Curamos las heridas del alma que dolían muchísimo más
“El lugar donde quedó el Hospital que es Comodoro Rivadavia la decisión de dejarnos ahí fue acertada porque ellos llegaban del infierno veían una cara normal de la antítesis de lo que venían viendo y viviendo así que además de curarlos y atenderlos los conteníamos como lo puede hacer una madre, una hermana, una amiga , ellos nos daban los teléfonos de sus familiares para que los llamemos pero nos decían que querían volver a las islas con sus compañeros en la trinchera”.
Los combatienes: esos leones de 18 años
“Esos leones de 18 años nos pedían una contención a nosotras que teníamos 20 a 23 años y se la dabamos por ser mujer, somos contenedoras por naturaleza. Cuando fuimos convocadas fuimos con la idea de curar las heridas del cuerpo y tuvimos que curar las del alma que dolían muchísimo más”.
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