12 Atajos en una Hora dialogó con Jorge Elbaum sociólogo, Dr.en Cs. Económicas quien publicó en El Cohete a la Luna sobre como se agrupa y reagrupa la derecha vernacula y también su relación a como es la situación política de Latinoamerica.

Los grupos concentrados se encuentran inquietos por la deriva política de sus alfiles políticos. La derecha local continúa su proceso de implosión centrífuga, al compás del incremento de las causas judiciales que se apilan en los despachos de los estudios jurídicos que defienden al ex Presidente. Lo que Mauricio Macri denominaba el Círculo Rojo –compuesto por las cabezas de las grandes empresas locales y trasnacionales– lo ha abandonado y se dedica a promover el reagrupamiento de los diferentes fragmentos neoliberales, con la esperanza de limitar en el futuro cercano las políticas distributivas planteadas por el Frente de Todxs (FdT).

Frente a este contexto complicado, las derechas locales intentan recomponerse mediante la articulación en seis colectivos hoy diferenciados, que el círculo rojo intenta amalgamar en un futuro:

  1. Los oxidados, liderados por Mauricio Macri.
  2. Los pragmáticos, cuya figura central es Horacio Rodríguez Larreta.
  3. Los vandoristas, con Emilio Monzó a la cabeza.
  4. Los ultraliberales televisivos de José Luis Espert y Javier Milei.
  5. Los castrenses de uniforme celeste, comandados por el ex carapintada Juan José Gómez Centurión.
  6. Y los especializados en ajustes, representados por Ricardo López Murphy.

 

Juego de Tronos

En el primer grupo se alinean quienes consideran que la oposición furiosa es la garantía de conservar un núcleo duro de votantes y de garantizar una defensa de Macri, en relación con las variadas causas judiciales que lo tienen como imputado. La prioridad de este conglomerado está cada vez menos motorizada por la política y más por las causas judiciales. Justamente aquello que  le endilgan obsesivamente a CFK para disimular su paulatino desasosiego. En forma simultánea, el macrismo observa cómo se diseminan sus históricos socios y acólitos, y nuevos protagonistas emergen para disputarle el espacio conservador, liberal y reaccionario. Quienes permanecen fieles al ex Presidente son Patricia Bullrich, Miguel Ángel Pichetto, Fernando Iglesias y –de forma más sinuosa– el primo Jorge Macri. Sin embargo, el intendente de Vicente López parece sostener su lábil lealtad mientras sus seguidores no le exijan despegarse de la mancha venenosa que parece cubrir el destino de su primo.

Los discípulos de Macri hacen ingentes esfuerzos por disimular su gradual pérdida de representatividad, mientras apelan a la permanente siembra de pánico respecto a la seguridad interior, el manejo de la pandemia y la actualidad judicial, donde se ven cada vez menos considerados. En forma coincidente, mientras intentan permanecer a flote con ayuda de la trifecta mediática (Clarín, La Nación e Infobae), advierten con profundo resentimiento la autonomización de quienes fueron hasta hace poco tiempo sus subalternos. Pero observan con mayor tirria a los advenedizos que irrumpen desde los márgenes para ocupar el sitial atildado de la defensa de los privilegios. Patricia Bullrich acusa a los pragmáticos de “tirar por la ventana al ex Presidente” y de no respaldarlo cuando se divulgaron las confesiones de su hermano Mariano en el libro de Santiago O’Donnell. Y a los desleales –que iniciaron la campaña presidencial de Horacio Rodríguez Larreta– se les advierte que el radical Alfredo Cornejo tiene estampa de candidato pródigo. Las enemistades manifiestas no terminan ahí: también se dirigen contra los ultraliberales televisivos a quienes culpan de ser funcionales al kirchnerismo.

Por su parte, los pragmáticos buscan sacarse el lastre de Macri y dibujar una escenografía centrista, ajena a los discursos fundamentalistas de los arietes frenéticos como Fernando Iglesias o Waldo Wolff. En ese movimiento trabaja la denunciadora serial Lilita Carrió, que opera además para excluir a Emilio Monzó y Rogelio Frigerio del conglomerado cambiemita, al tiempo que suma a los (pseudo) socialistas como Miguel Lifschitz y Roy Cortina. Para justificar su estrategia, Carrió declaró el último jueves que fue la encargada de advertirle al ex Presidente Macri que “[Rogelio] Frigerio estaba haciendo campaña por los gobernadores del Partido Justicialista”.

Escucha la entrevista completa:

 

 

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