Vera cartonera es una editorial argentina que sigue la impronta impulsada por Eloísa Cartonera y por La Sofía cartonera (Universidad Nacional de Córdoba).
Lo distintivo de esta editorial es su institucionalización de doble pertenencia en una universidad pública y en el organismo de investigación más prestigioso del país fundado en 1958: el CONICET (Vera cartonera se aloja en el Centro de Investigaciones Teórico Literarias de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, en el Programa de Promoción de la Lectura de Ediciones UNL y en el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral, de doble dependencia, es decir, institucionalizado tanto en la UNL como en el CONICET).
Esto tiene sus consecuencias en la propuesta editorial: el catálogo incluye literatura junto a divulgación científica y cultural en campos que van desde las ciencias biológicas hasta las ciencias humanas y sociales.
Para entrar en más detalles en la materia en Radio FM Chalet dialogamos con Laura Sterli, profesora en letras quien nos contó los objetivos, sus principios y ejes fundamentales de la editorial.
“Vera Cartonera nace alojada en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en la carrera de Letras. En toda universidad obviamente hay institutos de investigación del CONICET, dentro de la carrera de letras, la profesora en teoría literaria y didácticas de lengua y literatura Analía Gervau, trae una idea que en realidad no nace con Vera, si no que, nace en el 2001 y tiene mucho que ver con lo que pasó ese año en el país que es Eloísa Cartonera”
“Eloísa Cartonera vendría a ser la “mamá” de todas las editoriales cartoneras, que además hay muchas, y en el 2015 Analía nos trae a un grupo de personas de la carrera con la idea de conformar la editorial. La misma tiene como objetivo un proyecto que siempre tiene que ver con muchas cosas, pero sobre todas las cosas, con la democratización del objeto libro“.
La democratización del acceso al libro
La democratización del objeto libro se refiere al proceso mediante el cual se busca hacer que los libros y la literatura sean más accesibles y disponibles para un público más amplio. Esto implica eliminar barreras que puedan dificultar el acceso a la lectura y promover la igualdad de oportunidades en cuanto a la adquisición de libros.
“Los costos de los libros son un problema de hace años, porque hay algo en la agenda de editorial que no está tan difundido, que es el tema del papel pero que en realidad esta mas difundido en los medios de comunicación más masivos como diarios y revistas, y que por la industria del libro esta monopolizada y finalmente afectando en el precio de los libros”
“En el 2001 nace la idea primigeniamente por parte de un escritor y artista plástico cuyo seudónimo es Washington Cucurto (de nombre real Santiago Vega), tiene unas obras preciosas que se trasladaron mucho a las tapa de los libros cartoneros de Eloísa, en un entorno complejo de la época tenía trabajo de artista plástico en galerías y además escribía poesía, cuentos y algo de narrativa. Pues, nadie lo difundía porque no era un escritor conocido y además cada vez vendía menos obras artísticas porque el país no estaba para ese tipo de lujos”
“Por lo cual se le ocurre hacer su propia editorial pero que las tapas de sus libros, sean cartoneros. Primero porque empezaba a ver como nacía la patria cartonera, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires y además porque el veía que ese objeto de libro cartonero iba a permitir que se venda a más personas porque siempre se vendió a muy bajo precio”
“Esa idea se fue expandiendo a lo largo de los años en todo el mundo, hay muchísimas editoriales cartoneras y he tenido la oportunidad de conocer editoriales cartoneras africanas, europeas hay muchas, no obstante, Perú cuenta con una vasta mayor cantidad de editoriales”
¿Quiénes componen el equipo?
El equipo que trabaja en Vera cartonera está formado por escritores, científicos, traductores, profesores, diseñadores, periodistas, comunicadores sociales, estudiantes y realizadores audiovisuales.
El nombre de la editorial tiene una justificación que incluye varios sentidos: la continuidad con la práctica de las editoriales cartoneras de elegir un nombre de mujer; la alusión al lugar de producción, es decir, nuestra ciudad, Santa Fe de la Vera Cruz; la referencia a las orillas que también signan nuestro habitar dado que nuestra ciudad está rodeada por ríos; la insinuación de cierto modo de ver el mundo que fantasea con alguna pretensión de “verdad” y el envío a la planta de nombre científico Vicia-sepium, comúnmente llamada “vera”. Este último sentido se recoge en el diseño del sello creado para imprimir de modo manual en el interior y en el exterior de cada libro.
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