El Kremlin asegura estar realizando los “máximos esfuerzos” para evitar una conflagración nuclear.

Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron este jueves de madrugada una nueva batería de misiles sobre distintas zonas de Ucrania, entre ellos un misil balístico intercontinental con el que buscaban atacar infraestructuras críticas y empresas de la ciudad de Dnipró, situada en el este del país.

La Fuerza Aérea ucraniana confirmó el lanzamiento del misil balístico intercontinental desde la región rusa de Astracán y otros siete proyectiles de crucero sobre Dnipró. Según el balance oficial los sistemas de defensa de Ucrania lograron derribar seis de estos últimos misiles.

El gobernador regional, Sergei Lisak, confirmó daños en edificios civiles, entre ellos un centro que atiende a personas con discapacidad y varias empresas. Al menos dos personas resultaron heridas por los ataques, denunció en su cuenta de Telegram.

Según el Estado Mayor de Ucrania, sólo el miércoles las fuerzas rusas lanzaron más de 80 ataques aéreos, si bien los disparos de artillería superaron los 4.000 y se registraron cerca de 1.400 drones kamikaze. En tierra, la mayor parte de las escaramuzas se concentran en la zona de Pokrovsk, situada en la región de Donetsk.

El Kremlin, por su parte, asegura que Rusia realiza «máximos esfuerzos» para evitar el estallido de una guerra nuclear ante el repunte de las tensiones y subraya la necesidad de que «otros países» adopten igualmente «esta misma postura responsable».

Según declaraciones del portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, «Rusia está adoptando una posición responsable para llevar a cabo los máximos esfuerzos para evitar un conflicto de este tipo», recogió este jueves la agencia de noticias rusa Interfax.

«Esperamos que otros países adopten esta misma posición responsable», recalcó, al tiempo que criticó la postura «muy irresponsable» de la Administración estadounidense respecto al conflicto en Ucrania, donde «está teniendo lugar una nueva escalada» con el uso de nuevo armamento contra territorio ruso.

En esa línea, los sistemas de defensa rusos interceptaron dos misiles de largo alcance Storm Shadow, de fabricación británica, un día después de que se confirmase por primera vez el uso de este tipo de armamento en ataques lanzados sobre territorio de Rusia, informó este jueves el Ministerio de Defensa.

Moscú presentó el supuesto derribo de los Storm Shadow dentro de un balance militar en el que también incluye la destrucción de seis misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 67 aeronaves no tripuladas, aunque el Gobierno ruso no aclaró el lugar exacto de estas intervenciones.

Sobre el terreno, las fuerzas rusas siguen avanzando en el este de Ucrania y el Ministerio de Defensa ha informado este jueves de la toma de una nueva localidad, Dalnee, en la región de Donetsk.

BB con Europa Press, Xinhua y NA

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