Tren Urbano dialogó con el abogado previsionalista  Miguel Fernández Pastor que publicó en el Cohete a la Luna la nota La Tormenta Perfecta. El sistema de Seguridad Social en tiempos del neoliberalismo salvaje, un informe de situación

Pastor indicó que lo que está pasando con el sistema previsional es algo que va a impactar en aquellos que aún no se han jubilado, que pueden, incluso, llegar a no poder jubilarse. “Es un problema muy serio para las jubilaciones futuras”, advirtió.

Señaló que los que más han sufrido las políticas del gobierno fueron los sectores más pobres dentro de los jubilados, particularmente las mujeres que trabajan en la economía informal. “Porque el 23 de julio termina la moratoria, que en términos prácticos ya terminó hace rato, y se remplaza el Plan de Inclusión Jubilatoria, que incorporó casi 4 millones de personas, por la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAN) que paga el 80% de la jubilación mínima. Además, corre la posibilidad de jubilarse 5 años, y no genera derecho a pensión cuando la persona fallece, ni siquiera en los hijos discapacitados”, explicó.

Destacó que de efectuarse la nueva reforma previsional los futuros jubilados se verán más perjudicados aún, porque la ‘recomendación’ del FMI es pagar una tasa de sustitución del 35%, “y así se hace competitivo el régimen de capitalización”.

“Entonces, instauran un régimen de capitalización voluntario y que la gente vaya hacia ahí como una marea, porque le va a pagar una jubilación un poquito más alta”, continuó.

También denunció la estigmatización que se hace desde el gobierno y los grandes medios al conjunto de personas más vulnerables. “Se dice que son jubilados sin aportes, que los discapacitados tienen coronita, etc., y se genera esa discriminación de pobres contra pobres con el objetivo de ir hacia un régimen de capitalización”, sostuvo.

“Uno de estos mensajes más brutales es el tema del Plan de Inclusión Jubilatoria, a los que llaman jubilados de la moratoria y le hacen creer al resto de los jubilados que si esos jubilados no existieran ellos ganarían más, lo que es una gran mentira. Los únicos que se beneficiarían, porque habría menos gastos, serían los acreedores que viene a proteger el FMI”, concluyó.

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