La disminución de la circulación de personas y transportes permitió a ambientalistas de todas las provincias observar la presencia de animales silvestres en zonas geográficas no habituales.

El aislamiento impuesto por la pandemia del coronavirus y la consecuente disminución de la circulación de personas y transportes permitió a ambientalistas de todas las provincias observar la presencia de animales silvestres en zonas geográficas no habituales y organizar cientos de operativos de rescate y reinserción a su ambiente natural.

Funcionarios y conservacionistas coincidieron en que “la pandemia fue negativa para el ser humano pero positiva para las especies” que pasaron a zonas pobladas por humanos y advirtieron que como los animales silvestres “no pueden esperar” aún en medio del aislamiento por el coronavirus “no paramos de trabajar ni un día” por lo que pidieron evitar el tráfico ilegal y el mascotismo de especies autóctonas.

En Córdoba, el secretario de Ambiente, Juan Carlos Scotto, indicó que “la disminución del ruido y la reducción del movimiento de personas en zonas residenciales vecinas a reservas naturales fue una oportunidad que facilitó que muchas especies circulen por lugares que en otra ocasión no lo harían y como todo ser vivo necesitan de alimentos, agua y refugio”.

“La fauna silvestre es vulnerable y nuestra legislación es contundente para protegerla. Podemos convivir con los animales silvestres sin afectarlos y es clave seguir en estos casos lo que los expertos en vida silvestre nos indican”, añadió.

En ese sentido, precisó que ante un avistamiento de fauna silvestre no se debe intervenir, solo seguir algunas reglas básicas como “no dañarlos, no agarrarlos, no atraparlos”.

“No alarmarse, dejar que el ejemplar siga su rumbo, no alimentarlo ni darle agua”, explican los biólogos de Ambiente y pidieron ser cuidadosos con la disposición de los residuos domiciliarios o con el alimento de mascotas, ya que “esto facilita que los animales se instalen en ese lugar”.

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