El presidente de Francia hizo la visita antes de su encuentro con el presidente argentino en la Casa Rosada. Su presencia en la parroquia en la que Alfredo Astiz, visitado por diputados del oficialismo, marcó a las monjas francesas es un mensaje contra el negacionismo. Se comprometió con los familiares a transmitirle a su par argentino la inquietud por las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
Por Luciana Bertoia/ Página 12
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó a la Iglesia de la Santa Cruz para rendirles homenaje a los desaparecidos de origen francés. La parroquia es emblemática porque allí Alfredo Astiz, el represor visitado por los diputados que responden a la LLA, marcó a las monjas francesas y a las Madres de Plaza de Mayo para ser secuestradas, llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y arrojadas vivas al mar.
Desde temprano, familiares de desaparecidos franceses esperaban en la parroquia. Uno de los primeros en llegar fue el premio nobel Adolfo Pérez Esquivel.
La llegada de Macron se demoró casi una hora. Una vez que el presidente galo ingresó por la calle Estados Unidos, a los minutos apareció saludando por la calle el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Entre los familiares circulaba la versión de que Macron le expresará su preocupación por la política de derechos humanos a Milei cuando lo vea en la Casa Rosada antes de seguir viaje hacia Brasil.
La visita de Macron a la Iglesia de la Santa Cruz fue organizada por el embajador francés en la Argentina, Romain Nadal. La presencia de Macron en ese lugar es un mensaje en favor de la memoria, la verdad y la justicia –pilares que vienen siendo atacados por el gobierno de Javier Milei.
Durante los primeros meses de la dictadura, Astiz solía asistir a la iglesia de la Santa Cruz, donde se presentaba como Gustavo Niño. Decía que era un hermano de un desaparecido. Así, fue ganando la confianza de los familiares que se reunían en el lugar.
El 8 de diciembre de 1977 comenzó la cacería con los secuestros que tuvieron lugar en la parroquia y se extendieron hasta el 10 de diciembre. Las personas secuestradas –entre las que se incluían las monjas Alice Domon y Leonie Duquet así como las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco– fueron llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y después arrojadas vivas al mar en un vuelo de la muerte.
Astiz fue el principal responsable de ese operativo. El exmarino tiene en su haber dos condenas a prisión perpetua dictadas por la justicia argentina. Sin embargo, el 11 de julio pasado, seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) decidieron visitarlo en el Complejo Penitenciario VII de Ezeiza. No contentos con ello, los legisladores nacionales también posaron en una foto de familia con otros criminales de la dictadura.
En Francia se sintieron especialmente movilizados por lo que representaba un mensaje de apoyo a Astiz y temieron que fuera la antesala de su liberación. En ese contexto, familiares de desaparecidos franceses pidieron una reunión con Macron. El encuentro se concretó la semana pasada con consejeros del presidente francés.
Walid Fouque –asesor para las Américas– les dijo que Macron estaba al tanto de la situación y que iba a transmitir su preocupación a Milei. Habrá que ver cómo Milei metaboliza un gesto como éste cuando no deja de radicalizar su agenda internacional para posicionarse como un polo antiderechos.
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