A pocas horas de la movilización del sábado contra los ataques misóginos y homofóbicos de Milei, el aparato de propaganda gubernamental intenta desacreditar la marcha. Pero no tendrán éxito: decenas de miles les responderemos en las calles.

Faltando apenas horas para una movilización que se espera que sea multitudinaria, en rechazo a los ataques de Milei contra los “zurdos”, contra las personas LGTB y contra las mujeres, el aparato de propaganda oficialista y paraoficialista, en gran parte dirigido por Santiago Caputo, se puso en movimiento para intentar desacreditar la marcha del sábado.

Con torpeza, y sin ningún éxito, intentan desprestigiar la convocatoria para desalentar la movilización. Contradictoriamente, fuentes oficiales hacen saber que el “Protocolo Antipiquetes” de Patricia Bullrich posiblemente no se aplique, dada la dificultad de implementarlo ante una marcha masiva.

Sin ningún tipo de coincidencia, sino al revés, evidenciando que se trata de un plan orquestado desde la Casa Rosada, la argumentación, con pocas variantes, se repite y se reduce a dos o tres ejes.

El Gordo Dan, principal tuitero liberfacho, esgrimió uno de ellos, dando rienda suelta a los trolls que organiza el oficialismo: teóricamente, según él, es todo muy exagerado y malintencionado, ya que se trataría de “un recorte de 5 segundos sacado de contexto del presidente”. Acá la línea de argumentación es obvia: tratar de bajarle el precio a la extrema gravedad que tiene que desde la propia figura presidencial se impulsen discursos de odio y se trate de implementar la discriminación como política de Estado. No hay nada sacado de contexto: el mundo entero vio ese discurso aberrante de Milei.

El segundo y también pobre “argumento” -repetido por distintos trolls y periodistas con peluca- consiste en decir que la del sábado será una marcha por los intereses de las minorías, olvidándose de los de las mayorías, como serían los hechos de la llamada inseguridad. Este viernes se vio una utilización política de la aberrante represión de la policía de Axel Kicillof en Moreno, tras el asesinato de un repartidor, para insistir en este sentido. Agustín Romo puso en X que “en lugar de meter en cana a los chorros el muy degenerado le quiere cortar el pito a tu hijo”. Por más que el Frente de Todos le facilite la tarea a los libertarios con represiones como la de este viernes y habiendo implementado un duro ajuste durante su gobierno que llevó a niveles altísimos de pobreza, estamos ante un uso político liberfacho para conducir ese descontento popular hacia la ultraderecha y tratando de dividir a los movimientos democráticos de otras demandas populares como contra la precarización de la vida.

Un tercer eje, ligado al anterior, es intentar asociar la convocatoria del sábado al kirchnerismo, cuando la realidad es que se espera una masiva movilización de un amplio espectro político y social. Para esto, también buscan mezclar las reacciones que hubo ante casos aberrantes de sectores del peronismo más reaccionario (Manzur, Espinoza) con las motivaciones más que genuinas de decenas de miles de personas que se preparan para movilizarse.

Sin embargo, la campaña liberfacha llega tarde: hoy explotarán las calles para enfrentar los ataques ultrareaccionarios de Milei.

Fuente: La Izquierda Diario

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