Ante los 21917 espectadores (mayoría argentinos) que dijeron presente en el Hanazono Rugby Stadium, el equipo argentino hizo lo que debía: vencer a los isleños, con bonus incluido, para esperar a los de Eddie Jones con toda la esperanza de llegar a cuartos de final.

Por Juan Ignacio Rodríguez / El Litoral 

Ante los 21917 espectadores (mayoría argentinos) que dijeron presente en el Hanazono Rugby Stadium, el equipo argentino hizo lo que debía: vencer a los isleños para esperar a los de Eddie Jones con toda la esperanza de llegar a cuartos de final.

La humedad y los 24 grados de calor en Osaka, fueorn un jugador más. No obstante, dos minutos después de lo previsto, el árbitro del partido, el sudafricano Jaco Peyper, dio la orden para el inicio de Los Pumas – Tonga. Salida a cargo de Benjamín Urdapilleta, y pelota recuperada por Tomás Moroni. Argentina, de entrada, tomando las riendas del partido.

A los dos  minutos, vino el primer lujo del flamante 10 argentino. Sombrerito que logra capturar Santiago Carreras, el juvenil que conecto con el rosarino De la Fuente, quien no le dio buen destino a la pelota.

A los seis minutos, penal para los de Ledesma en situación inmejorable para sumar de a tres. Pero el capitá, Pablo Matera, decide ir al line. Y allí, con una jugada tan vieja como efectiva, por la boca de la hilera, Julián Montoya se zambulló en el ingoal tongano, sumando los primeros puntos del partido. Urdapilleta completó la jugada de 7.

Luego de varios minutos en los cuales se jugó entre la línea de 22 metros de cada uno de los equipos, otra vez Los Pumas llegaron nuevamente la “zona roja” de Tonga. Y la fórmula se volvió a repetir, pero esta vez, como ante Francia: line, posterior maul y Montoya que apoyaba por tercera vez en la Copa del Mundo.

Pocos minutos pasaron para que Argentina vuelva a marcar. Line para Tonga a la altura de mitad de cancha, obtención, y en el centro Lezana abajo y De la Fuente arriba, bajaron a Hingano, le hicieron perder la pelota y el juvenil, Satiago Carreras, la tomó del piso y corrió hasta abajo de los palos. Try en celeste y blanco, muy festejado por todos los compañeros del cordobés.

 

 

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