Las principales federaciones de docentes universitarios se muestran optimistas pero creen que no hay que abandonar la calle. El martes definirán una vigilia y evalúan clases públicas en Plaza Congreso.

Entre un millón y medio y dos millones de personas se movilizaron el miércoles en defensa de la ley de financiamiento universitario. Esas son las estimaciones de las diferentes federaciones en las que se agrupan los trabajadores docentes y no docentes.

La marcha, número más o menos, fue calificada de histórica por los dirigentes y, aseguran, representa un pronunciamiento inapelable de la población con relación al salario de los trabajadores y la defensa de la universidad pública y gratuita. El gobierno, sin embargo, no acusó recibo y, horas después, ratificó el veto a la ley y anunció su intención de imponer un arancel a los estudiantes extranjeros.

Un canal contra el ajuste

La movilización concitó la atención de los 250 mil trabajadores de las 61 universidades nacionales cuyos salarios, desde que asumió este gobierno, quedaron más de 55 puntos porcentuales detrás de la inflación. Pero la jornada también tuvo un gran acompañamiento de la juventud que participó en masa a través los centros de estudiantes. En la Plaza de los Dos Congresos y sus calles aledañas “no entraba un alfiler” y en las provincias del país las movilizaciones se desarrollaron en más de cien ciudades y pueblos con una masividad que, coincidieron los dirigentes, superó la del 23 de abril.

De la marcha también participaron miles de manifestantes que, sin formar parte de la comunidad educativa, vieron un canal para poner un freno al gobierno y expresar su repudio a su política de ajuste. La CGT y las CTA hicieron la misma lectura y, aunque sin parar, acompañaron el reclamo del movimiento universitario. La marcha resultó una bocanada de aire para un amplio sector del pueblo trabajador agobiado por el ajuste y la pobreza.

El veto en crisis

A la vez, podría transformarse en un triunfo popular si, como se espera y a diferencia de lo ocurrido con la ley de movilidad jubilatoria, el Congreso decide ratificar la ley y rechazar el veto presidencial. Los diputados radicales que se dieron vuelta en esa oportunidad, esta vez deberán lidiar con su propia base de sustentación en la medida en que muchos centros de estudiantes, rectores y consejos directivos son controlados por esa fuerza política.

Por eso las federaciones sindicales muestran optimismo pero, a la vez, no están dispuestas a abandonar la calle para no dejar margen a un giro inesperado. Entre lunes y martes habrá asambleas, plenarios y congresos de las federaciones y una reunión del Frente Gremial Universitario donde tomarán forma la medidas que preparan para el día de la votación. Tanto la CONADU como la CONADUH adelantaron a Tiempo su intención de realizar una jornada de movilización en el Congreso y en todo el país aunque, en principio, sin paro. Conscientes de que la masividad de la semana que pasó es difícil de repetir para esta, exploran la posibilidad de realizar clases públicas y una vigilia.

Optimismo moderado

Carlos De Feo, secretario general de la CONADU confió a Tiempo que “por lo que hemos hablado con diputados, la expectativa es que hay altísimas posibilidades de que los diputados volteen el veto del presidente. Va a ser una piña muy fuerte para el gobierno, pero es auto infligida. Hace dos cuadras que ven que el camión los iba a pisar y no se corrieron”.

Luis Tiscornia de la CONADU Histórica señaló que “tenemos un balance muy positivo. Nos sentimos fortalecidos y respaldados. La movilización fue multitudinaria y en el interior fue más grande que la de la vez pasada. En Córdoba más de cien mil y 35 mil en Mendoza. Yo soy de Neuquén donde hubo 25 mil personas. Pero hubo marchas en Bariloche, Viedma y San Martín de los Andes. En Aluminé, que es una localidad pequeña, hubo movilización y no hay universidad, lo mismo en Ingeniero Jacobacci. Hay un fenómeno de una profundidad notable”.

Tiscornia coincidió en que “no estoy en la cocina ni en la cabeza de los diputados, pero la información es que hay posibilidades de ratificar la ley y pareciera que se acrecentaron. Como los rectores que ya lo están haciendo hay que insistir como gremios sobre los diputados y senadores para que mantengan el voto. Si lo logramos, será un paso importantísimo. Veremos si el gobierno sigue en su fanatismo y desconoce la votación”.

En la misma sintonía, De feo alertó que “es posible que salga y que el gobierno no la cumpla. La puede dilatar hasta diciembre, que es el alcance de la ley. Después hay un presupuesto que es igual al de este año. Sería como cuando no manda los alimentos a los galpones. Políticamente no lo pueden hacer pero hay muchas leyes que los gobiernos no cumplen. Este y los anteriores también. El de Macri, el de Alberto y hasta el de Cristina. Algunos creen que va a tratar de judicializarla, pero no se con qué argumentos podría”.

No abandonar la calle

Desde la AGD-UBA, Ileana Celotto, su secretaria general, señaló que el viernes hubo paro activo con clases públicas. A la vez destacó que “AGD convoca a una asamblea el lunes para discutir cómo continuar. Nuestra propuesta es copar la plaza congreso el miércoles. A la vez hay una reunión paritaria que convocó el gobierno ese día en la que seguramente traigan una propuesta de su estilo. No tenemos expectativas. En la anterior a la marcha montaron una provocación proponiendo un 5,8%”.

Para Celotto “la movilización fue contundente en todo el país. Por su masividad y combatividad. La respuesta es en las calles. Rechazamos la idea del gobierno de arancelar a los estudiantes extranjeros. Evidentemente con eso no se soluciona ningún problema presupuestario. Quieren meter la cuña del arancel con el objetivo de privatizar a la universidad”.

De Feo adelantó que “vamos a hacer una especie de vigilia afuera. Obviamente que una marcha como la del miércoles no la armamos en dos días”. Tiscornia coincidió en que “seguramente el miércoles habrá jornada nacional en el Congreso. Quizás no con el carácter de esta que hubo pero podría ser una jornada nacional de clases públicas”.

La CGT apuesta al diálogo

Sergio Romero, secretario de Políticas Educativas de la CGT, señaló que “tenemos expectativas. Ojalá se puedan juntar los dos tercios para rechazar el veto. Hay que garantizar el presente y el futuro de hijos y nietos para que se puedan formar en la universidad pública. El lunes tenemos una reunión técnica en Pizzurno para tratar, previo a la paritaria del 7, la mejora salarial del sector docente universitario. Es una reunión técnica, pero vamos con expectativas porque está todo muy movilizado. El diálogo debe prevalecer. Si no resulta, vendrán las medidas sindicales”.

Jorge Anró, secretario adjunto de la FATUN-CGT que representa a los trabajadores no docentes, señaló que “la idea es estar de asamblea permanente en todas las universidades. No tenemos resuelto si habrá medidas. Vamos a resolverlo en el marco del frente gremial. Opino que hay que mantener las universidades abiertas. Ya hicimos la marcha que fue multitudinaria e histórica. Los diputados ya saben lo que opina gran parte del pueblo argentino”. «

Fuente: Tiempo Argentino

Comenta sobre esta publicación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *