Los usuarios sentirán en sus bolsillos las consecuencias de dos aumentos: el que primero dispuso la EPE (y ya fue comunicado). Y el que luego llevó a cabo el gobierno nacional (que aún no ha sido informado).

Por Luís Rodrigo

El impacto del tarifazo nacional en las facturas de los santafesinos rondará -en febrero- el 20%, de acuerdo con una estimación hecha por este medio, que parte de considerar las definiciones políticas que ha asumido el gobierno provincial, los cálculos oficiales que sí han formulado otras provincias públicamente, y la resolución 366 de la secretaría de Energía de la Nación.

Seguramente, la suba estará -siempre de acuerdo con estos cálculos- unos pocos puntos por debajo de ese porcentaje en la mayoría de los hogares, que consumen en promedio unos 400 ó 500 kw/h mensuales. Se trata del segmento de usuarios residenciales que generalmente se usan para comparar las tarifas de las distintas empresas distribuidoras del país.

Además, las tarifas comerciales también estarán por debajo del 20%. En cambio, el impacto será mayor para el valor del kw/h en el alumbrado público.

 

Explicación

La tarifa que paga cada usuario residencial, comercial o industrial de la Empresa Provincial de la Energía está compuesta por tercios. Uno corresponde al VAD o Valor Agregado de Distribución que es lo que cuesta mantener la EPE (desde su infraestructura y sus obras en ejecución hasta sus gastos corrientes salariales).Otro tercio por los impuestos, desde el IVA hasta la tasa de alumbrado público TAP (que solo ha abandonado la Municipalidad de Santa Fe). El tercer gran rubro que compone la tarifa es el costo de la energía eléctrica mayorista, es decir, el insumo que la EPE le paga a Cammesa, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico.

 

A nivel nacional, el aumento llegará en agosto de 2019 al 55% y será por etapas. El sacudón más fuerte será en febrero, y la decisión del gobierno provincial de no hacer por ahora públicamente cálculos sobre el impacto tiene que ver con lo escalonado de la medida tomada a nivel nacional. En definitiva en ambas administraciones se cree que por etapas la suba se siente menos.

Como en 2016

La Argentina vive en materia de tarifas eléctricas una situación parecida a la que se desató en 2016 cuando el gobierno nacional decidió retirar los subsidios a la generación, que por más de una década contó con subsidios estatales, y -por otra parte- fijar en dólares el valor de la producción de energía.

A nivel nacional, las tarifas sufren una carrera difícil, a la velocidad de la devaluación. En 2019 se retirarán los subsidios que fueron necesarios en 2018 para mantener el sistema en funcionamiento, en medio de una corrida cambiaria que se extendió por medio año.

Como cada vez que se suprimen subsidios, los impactos mayores se advierten entre quienes contaban con mejores condiciones tarifarias, es decir, aquellos usuarios que -en parte- han tenido o tienen subsidiados sus consumos.

El alumbrado público es un caso claro, lo mismo que las tarifas sociales nacionales.

En cambio en los niveles más altos de los llamados Grandes Clientes, sobre todo en aquellas industrias con la mayor demanda (con volúmenes aptos para comprar en el mercado mayorista), como ya no cuentan con ayudas estatales desde hace tiempo, sentirán ahora menos el sacudón (ya pagaban más desde antes).

 

Mientras en la EPE y en la Secretaría de Energía de la Provincia no se han hecho comentarios públicos respecto del aumento nacional que deberá trasladar a los usuarios, eso sí ha ocurrido en otras provincias. En todos los casos van del 20 al 25%. La primera cifra refiere solo al impacto de febrero, en cambio la segunda, al impacto global de 2019.

 

En Córdoba ya se han hecho algunas estimaciones que hablan de entre un 20 y un 25 %. En cambio, en Misiones los cálculos parten de un 25 % y hablan de hasta un 30 %, lo mismo que en otras provincias del sur, donde posiblemente también se cuelan algunos puntos de la VAD o de sus abultadas deudas (la EPE no la tiene) con Cammesa.

Por partida doble

A fines de diciembre pasado, el gobierno santafesino aumentó las tarifas de la Empresa Provincial de la Energía en un 29,7%, en etapas.

Se dispuso -tras la celebración de una audiencia pública- un incremento en las llamadas pequeñas demandas (los usuarios residenciales y comerciales entre ellos) del 20% promedio general a partir de los consumos del 1 de enero pasado y del 9,7% a partir de los consumos del 1 de marzo próximo.

Para las grandes demandas el incremento es del 22,9% a partir de los consumos del primer día de 2019.
A ese aumento discutido y comunicado durante diciembre, dispuesto por Santa Fe, se sumó el de los últimos días del gobierno nacional que subirá en un 55% el valor de la energía mayorista.

Como explica la nota central, no es correcto sumar ambos porcentajes, sino el casi 30% de la Epe (provincial) más un impacto promedio del 20% del insumo que le provee Cammesa (nacional).

Fuente. Diario El Litoral

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