Así lo expresó la organización MuMaLá-Mujeres de la Matria Latinoamericana, que realizó un informe contabilizando los femicidios ocurridos entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2021.

Allí estableció que en 2021 hubo 222 femicidios, la cifra más baja en comparación a los 4 años anteriores: en 2020 hubo 270 casos; en 2019, 287; en 2018, 260 y en 2017, 304 femicidios.

En la tarde de “El Revés de la Trama” charlamos con Victoria Aguirre, abogada y vocera nacional de MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana).

Victoria, en relación con este material presentado, en que lugar se encuentra el país?

“Aclaramos que es un trabajo que lo hacemos mensualmente, tenemos el Observatorio Nacional de MuMaLá, y es donde registramos los femicidios, trans-travesticidios y violencias machistas que causan la muerte a mujeres y disidencias.”.

“Lo que hemos elaborado en este Dossier, son 5 años de estas violencias feminicidas, tomando como referencia en 2017 finalizando en 2021, en la cual hemos registrado 1343, femicidios, trans-travesticidios y femicidios vinculados, hablamos de un femicidio cada 32 horas, son números muy alarmantes”.

“Esto se traduce que el 20% de las victimas de femicidio cuentan con denuncias previas, que el hogar de la victima sigue siendo el sitio más riesgoso, los femicidios ocurre en un 60% a mano de parejas y exparejas, estos datos son los mismos que venimos reportando desde hace tiempo y lo que nos permite en este historial es poder trasladarlo a todo el país”.

¿Existe alguna política de género que ayude a resolver estos problemas?

“Por el momento lo que tuvimos fue el Plan de acción nacional contra la violencia de género que no se han implementado y hemos tenido intenciones de políticas publicas que no se están aplicando, algo que este gobierno y ministerio  ha empeñado en decir que lo tienen a punto para su implementación, y sabemos que no es así”.

“Sabemos que esto no se soluciona con una sola vía y muchísimo menos en 6 meses, que es lo que ofrece el plan acompañar, esto es algo que tiene que defenderse y hay que empezar como primera línea con la educación sexual integral, y segundo el acceso a la justicia”. 

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