Ricardo Nissen, titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), fue entrevistado por Lucas Molinari en Radio Gráfica, donde refirió al estado en el que encontró a la IGJ luego del gobierno macrista. Repasó que al organismo le adjudicaron un rol pasivo, de no control, favoreciendo la creación de las empresas offshore argentinas, bajo la fachada de emprendedurismo.

LM: Me gustaría que nos pueda hacer un breve balance de cómo recibió el organismo. Recordemos que las sociedades anónimas son reguladas por el IGJ

RN: No son reguladas, son controladas. La regulación esta en la ley de sociedades comerciales. Y nosotros interpretamos, aplicamos e inscribimos, tenemos la facultad de reglamentar los aspectos oscuros de la ley. Pero nosotros somos, fundamentalmente, la Inspección General de Justicia, que controla el funcionamiento de la sociedades anónimas, extranjeras, asociaciones civiles, fundaciones e inscribe las demás sociedades.

LM: Cuéntenos el estado de situación, cuando recibieron el organismo, es decir, la pesada herencia del gobierno anterior.

RN: Yo fui inspector del año 2003 al 2005, que fue mi primera gestión. Sinceramente recibí una Inspección, ahora en el 2020, en un estado calamitoso por la política que había inspirado el gobierno anterior de no controlar absolutamente nada. En realidad, el Inspector General de Justicia era una persona que venía del ámbito educativo, de la Universidad de Buenos Aires, no era un especialista en sociedades ni personas jurídicas, más preocupado por una especie de gestión aparente que por otra cosa. Y en realidad, toda la parte técnica que es la importante, porque esto no es un ministerio sino un organismo específico, toda la normativa venía directamente hecha por el Ministerio de Modernización que tenía en ese momento, Andrés Ibarra. Bueno, las instrucciones eran no controlar nada, no frustrar negocios, permitir todo, desguazar el organismo, a punto tal, que hubo varias actuaciones de retiro voluntario que fueron toda la gente que tenía oficio, quedó poca gente, quedó más de un 50% o 60% de la gente. Las instrucciones eran no controlar nada, y bueno, no se controló nada, se dieron las normativas de las sociedades offshore, se reguló unas nuevas sociedades que se llaman sociedades para acciones simplificadas, como si fueran las sociedades offshore argentinas, que la son efectivamente, que bajo la excusa de haber sido elaboradas o hechas a medida de los emprendedores. A los emprendedores no le interesa esas sociedades absolutamente nada. No son el molde del emprendurismo, sino que son empresas que son usadas para usar, vender y abandonarlas. Por supuesto, para usarlas con un fin ilícito y para un acto determinado de dudosísima legitimidad.

LM: Las sociedades para acciones simplificadas, las SAS, que uno podía armar para ser un negocio comercial, por ejemplo...

RN: Porque la idea era que los emprendedores tengan un modelo societario para escaparle a la responsabilidad de actuar a nombre propio, como persona individual, una sociedad que fueran baratas, de fácil constitución, se podían constituir por computación. Pero a través del sistema, es donde la Inspección General de Justicia no podía observar nada, a pesar de que la ley de creación de la SAS la pone a cargo de la Inspección de Justicia. No nos podíamos meter cuando el trámite venía por computación, no podíamos observarla. Inmediatamente, en 24 horas, usted desde su casa elaboraba el contrato y al día siguiente ya lo tenía por inscripto, un capital soez, mínimo, que no alcanzaba para darle solvencia a nada, un objeto amplísimo, igual que una offshore de cualquier parte del mundo, especialmente su modelo fueron las SAFI uruguayas, y es el modelo que acá, nosotros en IGJ le hemos puesto tantas restricciones que prácticamente no se inscribe ninguna. Y porque la idea de esa época, del 2016 al 2019, era que Argentina tenía que actuar como Delaware, es decir un lugar donde tenga un Estado, que fue Mendoza y Córdoba, donde se constituyan sociedades pero que después desarrollen sus actividades en cualquier lugar del país, inclusive en el exterior. No había conexidad entre el lugar donde se inscribían, ni el lugar del establecimiento.

LM: Esto implica, también, que el organismo no podía tener ningún control sobre los balances.

RN: No teníamos control de absolutamente nada. Lo único que nos quedaba a nosotros era una plancha, que nos mandaban del Ministerio de Modernización en donde estaba la copia del contrato que nosotros la teníamos que archivar. Ese fue el rol que le dio la ley 27349 del SAS, que le dio el macrismo a la Inspección de Justicia, que desde 1892 y mucho antes con el Código de Comercio que se le dio al Registro Público, que está a cargo de la Inspección de Justicia, que es inscribir a todas las sociedades y controlarlas. Pero nosotros, la IGJ, con las SAS absolutamente ausentes.

Ahora, prácticamente, no se inscribe ninguna, porque todas aquellas cosas que eran un instrumento del delito económico, para que se convirtieran en una usina de facturas, eso solamente podía ser en una sociedad donde nadie controlaba el domicilio, que eran unipersonales con 5000 pesos, normalmente, de funcionamiento. Bueno, se le fue poniendo fin, se les fueron poniendo todos los mismos recaudos que se le ponían a cualquier sociedad, recaudos lógicos en defensa de terceros, garantía a los administradores por una mala gestión, en definitiva, el control previo de la sede social, porque en su mayor parte denunciaban domicilios inexistentes. Y no es cierto que eran emprendedores, lo que se usó para bien fue para el florista, el dueño de un maxikiosko que tenían su nombre personal y lo puso a nombre de una sociedad que constituyó en 24 horas.

“El lavado de activos está siempre presente en las SAS Sociedad por Acciones Simplificada”

LM: Ahora, que complejo es todo esto, porque entiendo que no solo desde la IGJ tienen que controlar sino que hay otros organismos. Y para que entienda el oyente, estamos hablando del lavado de activos y de la fuga de divisas.

RN: El lavado de activos está siempre presente en la SAS. Por ejemplo, les pongo algo habitual: una SAS se constituye, supongamos, los primeros días de enero, se inscribía, demoraban 24 horas y a los 10 días estaban comprando una casa en Punta del Este por 500 mil dólares. ¿De dónde sacó la plata? Con una sociedad que había sido anotada con aporte de 20 mil pesos, ¿de dónde sacó los 500 mil dólares? El mayor de los misterios. Después, cuando usted iba e investigaba para ver que había en esa sede social, era una playa. Estas son las sociedades de los emprendedores. Y para terminar con esto, el macrismo se opone, porque el Senado se aprobó una ley para dar mayor seguridad, mantener a las SAS, mantenerlas como sociedad de emprendedores, pero exigir un registro de emprendedores, no cualquiera. Mientras no este esta ley, que está aprobada por el Senado, cualquier puede inscribirse aunque no se emprendedor, es una cosa de locos. Son las offshore argentinas, se utilizan para cualquier cosa y fundamentalmente a través de ciertos escándalos y delito que tuvieron repercusión en todos los medios como usinas de facturas.

LM: Ahora, yo decía, que no era el único organismo que tendría que actuar…

RN: Bueno, está la AFIP que actúa y las tiene en la mira también. La UIF también, pero los que más podemos contarlo, somos nosotros porque por ley somos los que tenemos el control del funcionamiento. Los demás tienen el control del tema impositivo, del lavado de dinero que reciben denuncias cuando hay casos, por ejemplo, de la UIF, cuando hay lavado de dinero. Pero en el caso nuestro, nosotros tenemos la facultad de controlarlas de forma permanente. Y cuando vimos cosas como estas o sociedades que funcionan con un capital absolutamente insuficiente y que han tenido un crecimiento desmesurado, nosotros podemos fiscalizarlos de forma permanente por un tiempo indeterminado y ahí le pedimos todos los papeles, los balances y nos damos cuenta si es una verdadera sociedad o si es un emprendimiento individual que se constituyó para que el socio no responda con su patrimonio, por las adquisiciones de esa sociedad.

LM: Hay muchas escribanías, hay todo un entramado legal y bancario que trabaja para las offshores, que trabaja para la fuga de divisas.

RN: Y sí, por supuesto. Mi gestión 2003- 2005, fuimos el primer país del mundo que impuso muchas restricciones. Especialmente después de Cromañón le pusimos restricciones a las sociedades constituidas en guaridas fiscales que venían a la Argentina, pero que todo sabíamos que eran sociedad argentinas para actuar acá. ¿Usted qué necesita para mandar plata al exterior? una cuenta en el exterior y una sociedad en el exterior, porque no va a girar plata de su cuenta particular porque ya está descubierto el delito de lavado. Entonces, usted constituye unas sociedades en las Islas Vírgenes en Panamá y hasta el 2012 en Uruguay con las famosas SAFI, y actuaban a nombre de una sociedad con testaferros, y esa plata era transferido por la sociedad al paraíso fiscal y así se formó la mayor parte de los capitales desde siempre, desde la década del 90.

“El tema no es solo la fuga de capitales o el lavado de dinero. Lo ideal para las offshore es eludir todo tipo de responsabilidad”

LM: Cuando uno piensa en los Paradaise y los Panamá Papers.

RN: Bueno, ahí tiene la prueba. Fíjese le voy a contar una anécdota de último momento. Ahora hay una publicidad en el whatsapp, o no sé en donde, que aparece una firma que dice “somos los líderes – constitución de sociedades del año 1953”, uno entra y es un estudio Lublinerman que precisamente se caracterizaban por vender sociedades uruguayas truchas, offshore en toda la década del 80 y del 90. Y, ahora, resulta que promocionan constituciones SAS. Cuando yo decía en soledad que las SAS eran las offshore argentinas, nadie me creía. Fíjese que salió un artículo en Página 12, por ejemplo, donde hay un diputado de apellido Ramón que dice que nosotros nos dedicamos a perseguir a los emprendedores. Nada más lejano, esto no está hecho para los emprendedores, si a los emprendedores tampoco les importa estas sociedades.

Creo que el macrismo lo aguantó como 6 meses, después no pudo más, hasta el mes de abril del 2016, lo tuvieron que poner en conocimiento de la gente. Las offshore acá son mala palabra desde Cromañón, diciembre del 2004. Y durante el 90, 17 mil propiedades en la Capital Federal , en las zonas más caras, estaban a nombre de sociedades o guaridas fiscales, para permanecer ocultos.

Cuando había un negocio riesgoso, como fue el boliche de Cromañón, estaba a nombre de una sociedad uruguaya. ¿Qué hace el familiar de un fallecido en esa tragedia? Iba a averiguar quien era el dueño para hacer las acciones de responsabilidad y se encuentra con una sociedad uruguaya que está constituida por los dos empleados del escribano que hizo la sociedad, porque en ese momento se permitía eso. El tema no es solo la fuga de capitales o el lavado de dinero, que es importante, pero lo ideal para esto, para las offshore, es eludir todo tipo de responsabilidad.

LM: También pienso, en el debate que se dio el año pasado, con el aporte a las grandes fortunas, donde hubo una discusión si solamente era a personas físicas o también a sociedades comerciales. ¿Cuál es su mirada y cómo se resolvió?

RN: Siempre hay un destinatario final que es la persona física que está detrás de esto, las personas jurídicas son instrumentales, pero siempre está la voluntad humana que es el dueño de todas estas cosas. Todos sabemos que la gran parte de la fortuna de las personas que tienen, realmente, dinero están en guaridas fiscales que no fueran declaradas en la época del blanqueo y eso lo sabe todo el mundo.

LM: El blanqueo es un debate, porque el blanqueo es un perdón fiscal.

RN: Y sí, es cierto, pero a veces no queda más remedio que hacerlo. En ese tema no me meto, porque son cuestiones de política que trascienden a la Inspección de Justicia. Pero la ley de ese blanqueo fue horrible porque prácticamente permitió a la simulación ilícita y muchísimas personas declararon que en realidad tenían tal sociedad del año 1990, a los únicos efecto de evitar su participación directa en esos negocios y que actuaban en los mercados a través de sociedades ficticias. Un verdadero disparate, era legal de acuerdo a la ley de blanqueo, propio de las épocas que vivíamos.

LM: Con respecto al organismo: ¿se ha recompuesto?

RN: Estábamos haciendo, hay poca gente, no hay nombramientos del Estado, como es lógico por el tema de pandemia, poca gente va a trabajar porque muchos están eximidos de hacerlo. Pero nosotros sacamos 50 resoluciones generales, reestablecimos las normas derogadas durante el 2018 de todas las sociedades offshore, reestablecimos las normas preventivas, muchísimas normas para facilitar la actuación y los trámites de la constitución de asociaciones civiles para fundamentalmente cuestiones de género. Inclusive dictamos una resolución general para permitir el ingreso de las mujeres a los directorios o Consejo de Administración de las Entidades Civiles. Y muchísimas resoluciones particulares que son para un caso determinado, donde hay mucho personaje de primera fila del gobierno anterior involucrado.

LM: ¿El Poder Judicial está pidiendo información para causas que tengan que ver con las offshore?

RN: No, nos llega poca cosa. Sí nos llega de tribunales provinciales, algunos de tribunales penales de la Capital Federal que están investigando, pero del Fuero Comercial, que tendrían que estar investigando maniobras en materia de concursos y quiebras, llega muy poco.

LM: Lo llevo a temas asociaciones civiles. Usted sabe que esta es una radio comunitaria que está gestionada por una entidad civil. Uno lo que encuentra en la Argentina, es que quizás hay una radio comunitaria o un club de barrio que tienen el mismo esquema que una ONG. ¿No tendría que haber alguna diferenciación?

RN: En la Provincia de Buenos Aires, han trabajado sobre eso y han hecho la diferencia, es cierto que es un universo enorme , las asociaciones civiles que van desde una cooperativa escolar o de hospital hasta una empresa como CAME por ejemplo, las cámaras empresarias que son entidades con mucha plata. Es cierto, en el código están muy mal reguladas. El Código Civil y Comercial, mejoró mucho en la redacción, pero requiere una normativa nueva que repare. Como usted dice, no es lo mismo un club de barrio o una asociación de género que una cámara empresaria.

LM: Finalmente, ¿el organismo va a digitalizarse?

RN: Estamos digitalizando todo lo que podemos, nosotros somo optimistas con el tema de digitalización. Pero la pandemia paró todo y el sistema que tenemos nosotros, el sistema que tiene el Estado, son muy deficientes. Así que tenemos que luchas contra muchas cosas, pero lo ideal para nosotros es que todo se digitalice, que todos los trámites se puedan hacer por vía digital, pero no es tan simple.

Fuente: Radio Gráfica

                                                                                                                                   

 

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