“Creo que es justo decir que (el fútbol femenino) va a ser mucho más afectado (que el masculino)”, dijo el secretario general de FIFPRO, Jonas Baer-Hoffmann. “Es un enorme golpe al juego, absolutamente, y también debemos entender que no es sólo a los grandes torneos”, agregó.
“(Corre el riesgo de) retroceder muchos años en su desarrollo si no le prestamos atención a eso ahora”, sostuvo.
Baer-Hoffmann dijo que, si bien los clubes de fútbol son la principal fuente de ingreso en el fútbol masculino, muchas jugadoras “dependen en gran medida de sus ingresos por representar a sus países”.
“Ellas usualmente tienen un doble flujo de ingresos entre sus clubes y sus selecciones nacionales de fútbol”, refirió. “Ahora, cuando no se juegan partidos, muchas de esas jugadoras tendrán problemas para recibir esa compensación de las federaciones, lo que podría obligarlas a abandonar sus carreras profesionales”, apuntó.
El fútbol femenino también depende en gran medida de los torneos internacionales para su visibilidad, lo que significa que el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de 2020 a 2021 es un golpe significativo.
“Necesitamos esos eventos para seguir impulsando la atención pública”, dijo.
La capitana del Arsenal, Kim Little, agregó que muchas jugadoras han quedado en una “posición vulnerable”.
“Las circunstancias en las que muchas jugadoras trabajan son muy inestables en el sentido de que los contratos no son particularmente largos, algunas jugadoras deben tener un segundo empleo porque financieramente no pueden vivir del salario del fútbol”, afirmó.
(Escrito por Brian Homewood; Editado en Español por Ricardo Figueroa) Fuente Reuters
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