Entre Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Arizona, Nevada, Michigan y Wisconsin está la clave para elegir al 60° presidente: suman 93 delegados al Colegio Electoral para llegar a los 270 necesarios. Lo otros estados parecen definidos. Se espera que en total voten unos 160 millones de ciudadanos.
A pesar de los extraordinarios avances tecnológicos, muchos de ellos generados en los propios Estados Unidos, una disciplina que sigue en entredicho es la de las encuestas. Esta vez casi todas coinciden en que demócratas y republicanos rondan los 48 puntos aproximados. De todos modos, hay tendencias que son claras: 43 estados de los 50 del imperio parecen definidos para las elecciones de este martes 5, las 60ª de la historia de la nación. Y se lo reparten entre demócratas y republicanos.
Se trata de un sistema de elección indirecta, con un Colegio Electoral que fue creado en el Congreso de Filadelfia en 1796 (ver «Los 228 años…») , para burlarse de las mayorías. Y ahí está el gran quid de la cuestión de estas elecciones. Son en total, 538 delegados. Con 270 votos electorales no hay más discusión.
Kamala Devi Harris, de Oakland, California; 60 años, casada en segundas nupcias con Douglas Emhoff, dos hijastras, abogada y política; 49ª vicepresidenta y exsenadora, candidata del Partido Demócrata, quien va por la sucesión de Joe Biden (a quien reemplazó en plena campaña electoral ante los desbarranques imparables del actual presidente). Parece tener seguros, a esta altura de los presagios, a 226 electores producto de los habituales estados referenciados a los demócratas.
Donald John Trump, de Queens, Nueva York, 78 años, casado en terceras nupcias con Melania en 2005, cinco hijos, empresario, dueño de medios, panelista, expresidente (2017-2021), candidato por el Partido Republicano, por el que buscó la reelección en 2020, perdió y consideró que hubo fraude por lo que mandó a sus seguidores a tomar el Capitolio. Sufrió múltiples condenas. Según los cálculos más confiables ya tiene 219 delegados asegurados.
O sea que quedan 93 votos que valdrán oro.
Corresponden a tres zonas conflictivas del país. Las del Rust Belt, el denominado «Cinturón del oxido», que corresponde a regiones del Nordeste y Medio Oeste, históricamente industriales y ricas, que fueron el motor del país, hoy en franca decadencia. Y la Sun Belt, la del «Cinturón del Sol» que comprende la parte sur, en dos sectores de la costa, cercanos a los océanos. En definitiva Pensilvania (19 delegados), Georgia (16), Carolina del Norte (16); Arizona (11) y Nevada (6); Michigan (15) y Wisconsin (10), manejan el termómetro electoral.
El martes se podrá saber quién resulta ganador. Aunque las predicciones dicen que puede demorarse el cronograma. De hecho el calendario prevé que recién el 5 de enero el congreso computará los votos que se realicen en el Colegio Electoral. Si no hubiera entredicho, todo sería un mero trámite. Pero la experiencia del 2019, y también las anteriores aunque no en la misma magnitud, muestran que todo puede complicarse.
En definitiva, en una población de unos 336 millones, unos 8 más que en 2020. Entonces votaron 158 millones, un 66%, la tasa más alta desde 1900: hoy hay 239 millones habilitados. De ellos, 36 millones son de origen latino, más del 60% de ellos afectos al partido Demócrata. También votan más 24 millones de origen asiático.
La tendencia es muy fuerte para los demócratas si se considera el voto negro, aunque los blancos (mayoría republicana) tienen más alto porcentaje de asistencia. En EE UU, los adultos mayores son más proclives que los jóvenes a aceptar el modelo ultra de Donald Trump.
Además de los dos grandes favoritos hay otros, que sólo presentan candidaturas simbólicas. Son ellos: Partido Libertario, Chase Oliver-Mike ter Maat. Partido Verde, Jill Stein-Butch Ware. Entrada independiente: Cornel West-Melina Abdullah. El mundo entero está en ascuas. Quedan pocas horas para revelar la verdad. Aunque nadie olvida que hace cuatro años, Trump y sus fanáticos quisieron desoír los resultados de las urnas y el planeta entero puso en entredicho la democracia estadounidense.
Fuente: Tiempo Argentino
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