Pese a una caída del sector de más del 40% interanual en marzo, los materiales aumentaron 328,7 por ciento interanual, 40,8 puntos porcentuales por encima de la inflación general (a marzo 287,9 por ciento).
Por Cristian Carrillo / El Destape Web
El escenario del sector de la construcción describe muy bien el rumbo económico elegido por el Gobierno de Javier Milei: parálisis en la obra pública, incertidumbre en la población que congeló las decisiones de inversión en las familias dentro de sus hogares, precios de los insumos que se cuadruplicaron o más, y las principales empresas del rubro con ganancias exorbitantes. Uno de los principales ajustes presupuestarios para lograr el tan ansiado equilibrio fiscal fue el de la obra pública, con un recorte de 70,5 por ciento. A esto se suma que los privados, con salarios licuados, no compensan esa caída. Sin embargo, los materiales aumentaron 328,7 por ciento interanual, 40,8 puntos porcentuales por encima de la inflación general (a marzo 287,9 por ciento).
En marzo de 2024 el Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) arrojó una baja de 42,2 por ciento respecto a igual mes de 2023. El acumulado del primer trimestre de 2024 del índice serie original presenta una disminución de 30,3 por ciento con respecto de igual período de 2023. En marzo de 2024 el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 14,2 por ciento respecto al mes.
En el encadenamiento del sector se replica esa caída. Los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción en marzo evidencian bajas de 69,2 por ciento en asfalto; 54,3 por ciento en hierro redondo y aceros para la construcción; 53,8 por ciento en placas de yeso; 46,6 por ciento en yeso; 46,1 por ciento en hormigón elaborado; 43,7 por ciento en ladrillos huecos; 43,1 por ciento en cemento portland; 41,6 por ciento en mosaicos graníticos y calcáreos; 40,5 por ciento en cales; 38,2 por ciento en pisos y revestimientos cerámicos; 37,7 por ciento en artículos sanitarios de cerámica; 32,8 por ciento en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); y 24 por ciento en pinturas para construcción.
Sin embargo, si se analiza el costo de la construcción, el único que se mantuvo por debajo de la inflación fue la mano de obra (196,8 por ciento). Los materiales subieron 328,7 por ciento en términos interanuales y los gastos generales asociados a la obra un 284 por ciento (casi empardando el promedio de la economía).
Este cese de la obra pública y una disminución en trabajos privados impactaron en la demanda, obligando a corralones y pinturerías a implementar estrategias y descuentos para atraer a compradores. Desde la Asociación de Pymes de la Construcción (Apymeco) aseguran una leve desaceleración en los precios de los materiales y herramientas en los últimos días. La escasez de ventas por un menor ritmo de obras grandes y del freno de la obra pública propició una situación en la que algunos productos registraron una disminución de entre 7 y 12 por ciento cuando se compara marzo con febrero.
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