Lo expresó José Luis Zalazar, exjugador y referente de Universitario de Santa Fe, y destacado dirigente social con el Movimiento Los Sin Techo.

Es una persona de rugby, y también un gran dirigente social. Se lo conoce como José Luis Zalazar, pero en el ámbito de la pelota ovalada no dejó nunca de ser el Colo Zalazar. Una muy buena persona, con un gran corazón, que demuestra su amistad con acciones concretas, y en el caso particular de los pobres, con la construcción de casas. Para Zalazar el rugby y su trabajo social van de la mano.

Es un referente indiscutido de Universitario de Santa Fe, pero también es una pieza clave en Los Sin Techo. Su lucha por el más pobre es como un scrum eterno, nunca lo cansa, y siempre saca fuerzas para seguir luchando. San Agustín decía que “el buen amigo debe ser como la sangre que acude a la herida sin esperar que la llamen”. Una buena síntesis de lo que significa y es José Luis Zalazar.

En lo personal el tema de la cuarentena la estoy pasando bien, respetando todos los protocolos que hay que respetar. Mi familia también, teniendo en cuenta que tengo cuatro hijos, tres ya con sus parejas, y la más chica, Lucía conmigo. Dentro de todo pasándola bien, y por supuesto trabajando” le dijo José Luis Zalazar a UNO Santa Fe.

El dirigente social y exrugbier comentó que “mi trabajo social que hago desde hace más de treinta años, el cual comencé en el 86, por concejo del Padre Atilio Rosso, es una aventura de la vida tan especial. Una de las cosas más lindas es haber descubierto al otro, el corazón del otro, y más si ese corazón es pobre. Como decía el Padre Rosso siempre tenés un minuto en tu vida para hacer algo por el otro. Descubrí que el otro existe, pero lo descubrí en la pobreza. El Padre Rosso fue la síntesis de mi vida, y lo conocí cuando tenía 25 años“.

Zalazar admitió que el rugby lo ayudo en su labor social.

Zalazar admitió que el rugby lo ayudo en su labor social.

“El movimiento Los Sin Techo fue una síntesis de descubrir que vos te podés ocupar por el otro. Soy un tipo de fe, comulgo, y tengo relación con gente muy importante de la Iglesia. Como soy un tipo de fe, cuando me acuesto, digo, Señor, sino me llegó a despertar, cuida de mi alma, y si lo hago ayúdame a hacer el bien. Ahí descubrí la síntesis de todo eso con el Padre Atilio Rosso. Hacer el bien y generar la posibilidad de hacer casas para los pobres” contó quien realiza un trabajo que toda la ciudad de Santa Fe destaca y reconoce.

Zalazar fue claro al contar que “esa fue una síntesis de mi vida, la de ayudar al más pobre, al que más sufre, al que más nos necesita. Ocuparse de los pobres mediante una acción concreta. Estar en este lugar significa renunciar a muchas cosas. A privilegios, a cargos, hay muchas tentaciones. Pude renunciar a todo eso, para que el pobre pueda crecer. Hay que poner una barrera, y decir, voy a morir por los pobres. Con la felicidad que tengo de mi familia y mis amigos, no quiero más nada de la vida. Tengo 61 años, y mi felicidad es que el pobre esté mejor”.

Uno de los equipos de Universitario que integró el Colo Zalazar.

Uno de los equipos de Universitario que integró el Colo Zalazar.

Su vínculo con otra pasión: el rugby

En relación a sus comienzos en el rugby, el Colo Zalazar, comentó que “en realidad yo jugaba al fútbol en Colón. Primero en Gimnasia que me entrenó Panetto, y el Gringo Zuliani, y hasta el 75 o 76 en Colón. Después empiezo a jugar al rugby en Universitario. Mi hermano mayor, Edgardo, jugaba en El Quillá. Y yo dije no. Eran grandes, no había juveniles, y Carlos Clementín me llevó a jugar a Uni. Jugaba al fútbol los sábados y al rugby los domingos. Lo conozco al Luli Sedrán, nos hicimos amigos, el me entrenó en cuarta división, y teníamos un buen grupo humano. Recuerdo al Negro Ravelino, Pato Leiva, Cacho García, y éramos un grupo muy unido”.

Agregó que “en Universitario éramos pocos. En Santa Fe jugábamos con Entre Ríos, era competir contra Estudiantes de Paraná, La Salle Jobson, y CRAI que recién comenzaba. Como éramos muy pocos, entrenábamos en cuarta, y me tocó debutar contra Estudiantes de Paraná. Mario Bruno, que era muy querido, que sabía mucho de rugby, me dice Zalazar quédese que va a jugar en primera. Ahí fue que lo hice de pilar. Enfrente estaba Soffredini, un caballero, que me llevó todo el partido, me dijo, mira Colo no te hagas el picante conmigo porque te arranco la cabeza. Después pasé a jugar de tercera línea”.

No había muchos jugadores en Uni, y comenzamos a jugar en segunda los domingos. El personaje que buscaba casa por casa, con una camioneta Fiat, para que podemos ser trece, era el Sapo Meretta. Sino fuese por él, sinceramente te digo, Universitario no hubiese existido. Pasamos momentos muy duros, no teníamos sede, llegar a Uni era todo una travesía. De Gorriti hasta el club no había nada, el que tenía auto era Gardel. En ese plantel cuando llego a primera estaba el Chino Arteaga, nuestro capitán de toda la vida Hugo Millaá, también a Jorge Bruzzone, éramos un grupo muy unido. Otro que no me olvido fue al Toro Pelossi, un tipo muy querido en el club” siguió comentando el Colo Zalazar.

Con mucha humildad y simpleza su preocupación son los pobres.

Con mucha humildad y simpleza su preocupación son los pobres.

También señaló que “otro que hizo mucho por Universitario fue el Pato Royo. César Martín Royo, trabajaba en Télam, junto a Juan Manuel Mateo, ya que tenía una visión más amplia. Él era más grande que nosotros, cumplió 80 años, el 11 de noviembre, el mismo día de Universitario. Él nos mantuvo en una línea de seriedad. Él consiguió mucho, camisetas, ropa, hasta el terreno del club. Él fue con el ministro de la dictadura el que lo consiguió. El Pato sigue siendo un prócer de Universitario“.

“Después de Mario Bruno, llegó un entrenador que laburó mucho, Careta Niklison, años 80-81, dos años. Ahí teníamos un grupo más numeroso. Laburó muy bien. Fue un viejo jugador de Uni. Y en el 83-84 aparece Juan Manuel Mateo, lo trae Pachacho Menegón, otro personaje. Ahí no es que cambiamos, sino que Mateo nos abrió la cabeza con el juego. Nos enseñó conceptos de rugby que nosotros no sabíamos. Por eso crecimos tan rápido, y fuimos campeones al año siguiente. Teníamos buenos jugadores, y no los podíamos explotar. Mateo vino con otra filosofía de juego. Fue el logro que todo esperábamos” contó sobre el arribo a Universitario de un entrenador que dejó una huella marcada para siempre en el corazón Cuervo.

Incidencias de un partido entre Universitario y el CRAI.

Incidencias de un partido entre Universitario y el CRAI.

Más consideraciones

“El presidente de la USR era Hugo Millaá, y él me llevó al seleccionado juvenil como entrenador. Nosotros tenemos una gran relación con todos los clubes. Lo llamo a Luli Sedrán para que me ayude, y a Patan Faimberg, actual presidente de la USR. Teníamos que ascender. No lo logramos hacerlo, perdimos contra la UER por un tanto. Lo más interesante fue lograr que los clubes arrimen jugadores al seleccionado. El que es rugbier sabe que los resultados vienen después de los 17 o 18 años. De ahí para abajo hay que buscar ser buena persona, buen hijo, buen nieto, buen novio, buen alumno, y después lo vas a demostrar adentro de la cancha” contó Zalazar cuando llegó a head coach del seleccionado juvenil de la USR.

Sobre su etapa como head coach, comentó que “La etapa de entrenador de Uni fue maravillosa. Nuestra camada de jugadores; Luli, Lagarto, Jorge, Hugo, tuvimos hijos varones, y los seguimos desde chicos. Los entrenamos desde juveniles a primera división. Lo maravilloso para mí fue entrenar en infantiles. Para mí ese segmento es el espíritu del rugby. Ahí importa más enseñar que hay que ir para adelante, querer al compañero y al adversario. El tercer tiempo era todo un tema, ahora cambió mucho. En juveniles hay que enseñar que hay que empujar para toda la vida. En la vida y en el rugby, podés ganar, podés perder, pero nunca dejar de empujar como en el scrum. Nosotros es lo que le tratamos de enseñar en el club. Creo que no hubiese sido mejor persona si no hubiese jugado al rugby. En mi trabajo social, en lo deportivo, en mi familia, mis amigos, los problemas que tuve en la vida, que los pude superar, yo creo todo me ayudó el rugby“.

Acerca del paralelismo entre su trabajo social y el rugby expresó que “logré ir a un club como Universitario, al barrio Las Delicias, sin desmerecer a otros clubes, entonces yo siempre pensé que existe el otro. Existe el otro para darle una mano, y en el rugby, existe el otro pero nunca tenés que dejarlo sólo. El tackle furibundo es para que el otro pueda avanzar, el scrum es para que el otro pueda avanzar. Descubrí que el más pobre necesita que yo tacklee para que él pueda surgir, que yo empuje en el scrum para que él pueda tomar la pelota y llegar al try. Es una filosofía de vida, están muy ligados“.

Otra de las alineaciones que integró José Luis Zalazar en Universitario.

Otra de las alineaciones que integró José Luis Zalazar en Universitario.

Una opinión más que calificada

“El TRL tenemos Rosario y Santa Fe, han diferenciado mucho los dirigentes, me parece a mí, no han luchado para que nosotros equiparemos el nivel. No creo que lleguemos a ser Jockey ni Duendes, pero Santa Fe tiene potencial como para estar más arriba. El torneo nos permitió evolucionar, lamentablemente Uni no puede competir porque estamos en una situación complicada. Nosotros tenemos que ascender. Eso nos va a costar unos años, hay que tomar impulso, es más dificil que actualmente los chicos jueguen al rugby con pasión”, opinó el querido José Luis Zalazar.

Por último, fue claro al expresar que “tiran la toalla a la primera de cambio. Mis hijos son profesionales y jugadores de rugby, hoy cuando se ponen a estudiar dejan de jugar al rugby. Eso pasa porque no hay mucha motivación. En mi época, mis amigos, que son profesionales, han estudiado y jugado, pero hoy es más complicado. Los chicos en la actualidad se juntan de jóvenes, y eso en mi época no pasaba. Todo cambió bastante, pero agradezco del haber jugado al rugby es el haber conocido toda esta gente”.

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