Lo advierten los vecinos, que se organizaron para realizar un corte de tránsito el viernes a las 19.30 en Facundo Zuviría y 12 de Infantería.

Las calles de tierra del barrio Nueva Pompeya están destrozadas por las constantes lluvias de enero, que las dejaron intransitables en algunos tramos. Los vecinos también advierten que las alcantarillas están tapadas con botellas de plástico y otros residuos, y que durante la noche todo este sector queda a oscuras porque buena parte del alumbrado público no funciona.

 

“Ya no sabemos que hacer para que nos den bola. Por eso decidimos realizar un corte de tránsito en Facundo Zuviría y 12 de Infantería este viernes a las 19.30. Y lo vamos a repetir cada viernes hasta que se comiencen a solucionar los problemas”, le aseguró  Aldo Bertosi, un vecino de la zona. La gente se organizó a través de grupos de WhatsApp para realizar esta medida de protesta.

 

Las enormes “charcos” que se forman complican a las personas con movilidad reducida.Foto: Periodismo Ciudadano

Según los vecinos, el sector con más dificultades es el que está delimitado por Facundo Zuviría, Gorriti, 12 de Infantería y Dr. Zavalla. Como la mayoría de las calles son de tierra —y ya no les queda nada de ripio—, con las constantes precipitaciones se saturan de humedad, se ablandan y es muy difícil circular. Es un problema no solo para los autos, la gente en bicicleta tiene que bajarse para recorrer estos tramos y para las personas con movilidad reducida la situación es un suplicio. La semana pasada, un hombre con muletas se detenía para pensar cómo atravesar cada una de las mini-lagunas que se forman en las calles.

En la zona hay un desagüe troncal que recorre desde Facundo Zuviría hasta Peñaloza y luego sigue hasta las estaciones de bombeo del Salado, pero en el tramo que va de Facundo a Peñaloza, en general, no hay cordón cuneta y las alcantarillas se tapan con la basura que arrojan algunos de los vecinos.

Otra cuestión importante es la falta de iluminación. “La mayoría de los focos de alumbrado no funcionan y a la noche nos sentimos muy inseguros. Hay dos pibes que no paran de robar en estas manzanas y nadie los detiene”, contó Bertosi.

El tema de los “yuyos altos” es otro reclamo. Hay terrenos que quedaron “varados” en un proceso sucesorio y loteos “informales” en los que nadie se hace cargo de mantenerlos en condiciones. Los vecinos hicieron el reclamo ante el municipio, que envió personal para relevar la situación pero hasta el momento no hubo cambios. “Las malezas tienen, literalmente, dos metros y medio de alto”, concluyó Bertosi.

Fuente: El Litoral

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