Silencio de radio en el gobierno salteño, después de informar sobre la existencia de los boosters de prospección sísmica en la conferencia de prensa brindada el martes 22. En toda la semana, no ofreció información sólida sobre la localización precisa de los ocho millones de boosters colocados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en el siglo pasado, cuando aún era una empresa cien por ciento estatal. Ese fue el otro dato que brindó el gobierno salteño desde la Subsecretaría de Defensa Civil a principios de semana. La fase de exploración que utilizó explosivos y sismógrafos para detectar trampas de petróleo, abarcó zonas de montaña desde un lugar no definido en la provincia de Tucumán, hasta el límite entre Salta y el Estado Plurinacional de Bolivia.

Las picadas que trazó YPF para enterrarlos cada 25 o 50 metros cubren un tercio de la Reserva de Biósfera de Yungas. Atraviesan la planta urbana y rural desde Yuto, en Jujuy, hasta Salvador Mazza, en la frontera entre Salta y Bolivia. En FM Chalet abordamos el tema en diálogo con Analía Brizuela, licenciada en comunicación y periodista de Página12.

“En estos momentos los focos de incendios se están activando nuevamente en Colonia Santa Rosa, Urundel, Orán y Tartagal que viene a ser desde el límite entre Salta y Jujuy toda la ruta 34 que llega hasta Salvador Mazza o Yacuiba desde el lado de Bolivia, esta es la información hasta el momento”

“Tenemos escasas lluvias, tan esporádicas que no alcanza apagar todos los focos de manera definitiva. En la última lluvia fue posible dar un impasse a un tercer ciclo que llevamos del fuego. Hubo una conferencia de prensa de un funcionario salteño que es el subsecretario de defensa civil que en estos momentos anunció que había unos explosivos denominados “boosters” que habían sido enterrados en su momento por Yacimientos Petrolíferos Fiscales cuando era una sociedad arraigada al estado”

“Esto se debe que era para poder explorar yacimientos petrolíferos que estaban a más de 5.000 metros de profundidad, casi al nivel de la fosa marina. El punto es que ocurrió entre 1975 , pero según los nuevos datos aportados por Jujuy esto realmente se ubicaría entre 1978 y 1985”

“Cuando YPF fue privatizada en algún momento tuvieron un acuerdo con gendarmería y el ejército para remover estos boosters o al menos localizarlos, según los hechos esto jamás ocurrió. Yo relevé datos y por lo menos desde el alud que hubo en Tartagal en 2009  se encontraron que el río dejó a la vista un montón de esos boosters que después fueron detonados”.

El parte oficial del gobierno de Salta, publicado el jueves 24 de noviembre, ratificaba la decisión de retirar a los brigadistas. Informaba además que con Jujuy y Nación (ministerios de Ambiente y Defensa) se abordaron tres puntos: evaluar las estrategias para continuar el combate de los focos activos en las áreas afectadas, definir el abordaje de la situación, y adoptar las medidas correspondientes.

Los técnicos de YPF SA que viajaron a Salta no dieron declaraciones públicas. Hay cuerpos de bomberos voluntarios de municipios salteños con incendios que todavía esperan el detalle de ubicación de los boosters sísmicos para poder trabajar tranquilos. Es el caso de Colonia Santa Rosa, que informó de incendios al sur de esa comuna y socorrió nuevamente a pobladores que viven cerca de la Escuela La Trinidad, próxima al río Colorado.

Booster que salió a la superficie con el alud de Tartagal, en 2009. 

Un relevamiento realizado por este medio en portales digitales de los municipios del departamento salteño de General San Martín, arrojó algunos hitos relacionados con explosivos. En 2009, una cantidad imprecisa de boosters emergieron entre el barro, las ramas y los árboles del alud que afectó un sector de la ciudad de Tartagal. Ocurrió el 9 de febrero de 2009. Durante los trabajo de remoción de material el día después de esa tragedia, aparecieron los explosivos encapsulados en un plástico rojo alargado. Otros testimonios revelaron que días después del alud de 2009 algunos pobladores escucharon varias explosiones que provenían del playón de Gendarmería Nacional. Tres meses después, bomberos de la ciudad norteña colaboraron con Gendarmería en un procedimiento de remoción de boosters que aparecieron en el río Tartagal, 30 kilómetros al este de la planta urbana.

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