Radio Chalet dialogó con la periodista Marta Dillon quien escribió en Página 12 la nota Los números que ocultan las historias de vida. Basta de femicidios

“La conexión que hay (entre los femicidios) es la que venimos denunciando hace rato, tiene que ver con el modo de entender la relación entre los géneros y de no querer que esa relación se altere. Los perpetradores también están inmersos en una sociedad donde está habilitado agredir a las mujeres.”

“Hay una jerarquización de lo masculino por sobre las femineidades. Y una organización social que tiende a sostener esa autoridad. Cuando la mujeres se revelan frente a esas imposiciones sobre lo que supone ser mujer,( que tenés que ser sumisa, que tenés que estar disponible para un solo hombre, que tenés que hacerte cargo de las tareas de cuidado sin que eso sea considerado un trabajo), cuando las mujeres empiezan a revelarse porque entienden que hay un sometimiento que no es justo, se repone violentamente el orden establecido, y ese orden establecido está sostenido por muchos lugares: hay algunos tipos que pasan al acto y hay otros que no pasan al acto, pero no rompen el pacto patriarcal que hace posible que algunos tipos agredan a las mujeres.”

La violencia económica se siente en el cuerpo cuando no podés tomar decisiones autónomas. La violencia económica es estructural de nuestra sociedad más allá del género, y sobre todo sobre el género. Porque sabemos que la pobreza es peor para las mujeres, que las mujeres tenemos los peores trabajos, que somos las que tenemos que tomar los trabajos part time porque justamente somos las que tenemos que seguir haciéndonos cargo de las tareas de cuidado. Esto está muy naturalizado.”

“No es solamente esos once pesos que se invierten por cada mujer o cada travesti para prevenir y erradicar la violencia machista, sino que también sabemos que el Ministerio de Salud dejó de existir, la educación también está desfinanciada, la Educación Sexual Integral no es un hecho en cada escuela y en todos los niveles educativos como debería serlo. Hay cuestiones que son estructurales y que no se pueden atacar solamente pensando en cómo atender a las mujeres. Porque ¿qué hacemos entonces con los varones? Es muy de fondo lo que tenemos que enfrentar, y lo que tenemos que entender en relación a porqué todos los días una mujer es asesinada, o una travesti o una trans. Tienen que ver con los modos en que se entiende la sexualidad, con los modos en que se administra la riqueza, con cómo se educa a los niñes, con cómo se enfrenta a quienes han perpetrado violencia, pero que podrían tener la oportunidad de ver el mundo de otra manera si hubiera algún tipo de asistencia o algún tipo de política pensada para los varones adolescentes, para los niños, para los varones adultos también.”

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