FM Chalet dialogó con el actor Gerardo Romano que estará trayendo la obra “Un Judío Común y corriente” el domingo 2 de junio a las 20:00 hs en el Teatro Luz y Fuerza. En una charla amable Romano describió la obra que ya tiene 10 años en cartelera, tambien recordó que hace 50 años que no venía a la ciudad de Santa Fe.

“Estoy muy emocionado, con una emoción a flor de piel, amo Santa Fe, hacía 50 años que no iba a Santa Fe. Una vida, una vida larga, tiene un cuarto de la vida del país, y yo no volví a Santa Fe. Cuando agarré la autopista el otro día, que fui a hacer prensa, la Autopista había que ir por la Brigadier Gral. Estanislao López iba llegando a Santo Tomé y vi los rascacielos de Santa Fe , que va recién a Santa Fe, que no había ninguno ,todo en Santa Fe, lo más viejo era de cuatro pisos, cuando dejé de ir, digamos”.

“Y fui tan feliz en esa Santa Fe que yo conocí. Disfruté tanto, me pegué tantos galopes en mi zaino por la cañada, fui tanto a la isla, al río, comí tanto surubí al  roquefort en la parrilla Rivadavia, que tengo tantas emociones cuando voy a… fui al otro día a Santa Fe, fue algo tremendo. Y además, otro placer es ir a trabajar al Teatro Luz y Fuerza, que me encantó la fachada arquitectónicamente, y saber que tiene 124 años”.

No, me dijo mi productor, Francisco, me dijo, y yo siempre, yo vivía en Sauce Viejo, entonces, llego en el corazón mi padre bajo un eucalipto al atardecer tomarnos una cervecita, hacer un asadito ahí a la sombra de un árbol, en la cañada, andar a caballo, ir a la isla, son cosas que imborrables, que me llevo siempre en el corazón, me dieron mucha, mucha, mucha felicidad”.

Bueno, la obra hay que decir que viene primero a lo que es Paraná y el 2 de junio va a estar acá en Santa Fe. Es una obra que tiene, si mal no estuve viendo, 10 temporadas interrumpidas de tu autodiría. Y como yo te conozco, sé más o menos tú hablar, porque te sigo, digamos, la trayectoria, no conozco la obra, así que te pregunto si las palabras que se mencionan en la obra porque es una obra política se podría llegar a decir? Es una obra política, sí, es una obra política. Si son las palabras de Gerardo Romano en pintas y te vamos a ver así en el escenario

“Yo no soy el autor de la obra, el autor es un alemán y el guión original es en Alemania, es el genocidio nazi. En la noche de los cristales rotos, que fue el 9 de noviembre del 38 en Alemania, en la cual se detuvieron, se encanaron 40.000 judíos y en Brasil mataron 96 judíos, y ahí empezó el genocidio nazi, que nos llevó después a que hubiera 5.000 espacios concentracionarios en Europa durante el nazismo. Así que la obra cuenta eso, y vos me dirás, ¿qué tiene que ver eso con nosotros? ¿Qué tiene que ver Alemania, que tiene una calidad de vida superlativa, cultural y económicamente, respecto de nosotros? Bueno, el genocidio nazi para los argentinos se resignifica, se convierte en modelo de identificación de nuestra propia tragedia que fue el terrorismo de Estado. Eso te hago así como síntesis de lo que expresa la obra”.

“Sí, sí, claro, tuve que hacerlo, pero de todas maneras, digamos que estoy preparado de toda mi vida para esto, porque soy un ser bastante político. Como dice Aristóteles, los seres humanos somos animales políticos. Son politikon, dice en griego Aristóteles. Y bueno, imagínate la vigencia que tenemos hoy en el mundo derechizándose, generando esta dificultad de desarrollo desde el anillo de la democracia. El mundo parecía que todo estaba muy simple, que íbamos hacia un mundo más justo, más tranquilo, más… que reconocía más, ampliaba derechos. No, ahora hay tipos que quieren volver atrás, se saque el aborto, se saque el casamiento de género, en fin, y bueno, y lo mismo el aspecto económico, que no tiene vida, que se come, que se muere, que se pone, el Estado no está para gastar. Bueno, no tengo más que repetirte lo que predica nuestro presidente actual”.

Gerardo, bajo la dirección de Manuel González Gil, ¿te permitió hacer guiños en la obra? ¿guiños propios?

“ No, Manuel es un gran director, disfruté mucho, ensayé tres meses, de lunes a sábados, generalmente una obra de teatro se ensaya en 45 días, no se hace doble turno, pero yo, dado lo profuso del texto, lo complejo de poder incorporar ese texto, quedé con Manuel, el día que íbamos a estrenar, que íbamos a ensayar tres meses, de lunes a sábado, doble turno, de 9 a 12, de 18 a 20, todos los días incluidos los sábados, y afortunadamente el trabajo siempre rinde sus frutos. Hace 10 años que estoy haciendo esta obra y disfrutando profundamente de decir esta palabra”.

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