El asesino de Gabriela Degiorgio tiene antecedentes de otro ataque a una mujer. En 2013 hirió gravemente a la empleada de una panadería en barrio Sur.

Por Danilo Chiapello / El Litoral

No es la primera vez que  el femicida Jorge Alberto Romero (28) ataca a una mujer de manera salvaje y brutal.

Durante la tarde del sábado 13 de julio de 2013, a la hora de la siesta, este verdadero “depredador sexual” intentó someter a la empleada de la panadería Santa Catalina, negocio ubicado en la esquina de Saavedra y Monseñor Zaspe, en la zona sur de la ciudad.

Como siempre ocurre en estos casos el rufián se presentó de manera “inocente”, simulando ser un joven que buscaba trabajo.

Para ganarse la confianza de su víctima, primero acercó una nota con sus datos y luego entró en conversación hasta que finalmente dio el “zarpazo”.

Relato directo del horror

La víctima de aquella pesadilla fue María Esther, quien horas después de lo ocurrido dialogó en exclusiva con El Litoral.

“En un segundo fue como que se le cruzaron los cables; me agarra, me lleva para atrás, me tapa la boca, me empezó a pegar y a pegar… me quería llevar para el baño me empezó a toquetear, yo traté de estar tranquila… tomé las cosas con calma… me seguía pegando y aguanté todo lo que pude hasta que no pude más porque me empezó a asfixiar, y le di un puñete porque yo largaba sangre por la boca, por la nariz.

Me arrancó los aros, la mano, me rompió entera… y yo no daba más. Me decía que me calle… que me iba a matar, que le dé plata… La plata me la pidió después de todo esto… me pegaba y me pegaba y no me pedía plata. Después me dijo que tenía un cuchillo que él estaba enfermo y que él no me quería matar y que se iba a entregar”.

La joven recordó luego que “me dice que me meta para el baño, y me sacaba el pantalón. Y yo ahí saqué fuerzas no sé de dónde… Me desprendió el pantalón y el cierre y me toqueteaba… Y justo entra un cliente, eran las dos y media de la tarde, en la calle no había nadie…”.

Captura y condena

Tres días después de aquel incidente la policía logró apresar a Romero (que por entonces tenía 22 años) en la ciudad de Rafaela.

La captura se produjo en las inmediaciones de una plaza situada en la intersección de las calles Balcarce y Lisandro de la Torre”, frente al hospital público Dr. Jaime Ferré de la ciudad de Rafaela, dondel malviviente estaba deambulando.

Luego, ya en sede judicial, quedó procesado como autor de los delitos de “robo calificado por lesiones graves y abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real”.

Finalmente fue condenado por el Juzgado de Instrucción de la Sexta Nominación (en el marco del sistema conclusional de causas) el 28 de agosto de 2014 a la pena de seis años de prisión, condena que venció el 15 de julio de 2019, fecha en la que recuperó la libertad.

La muerte de Gabriela Degiorgio vuelve a poner en el banquillo al sistema de control para aquellos sujetos que recuperan su libertad tras haber incurrido en agresiones contra mujeres.

Marcha

Familiares y conocidos de Gabriela Degiorgio, la comerciante asesinada en la ciudad de Esperanza el viernes pasado, convocaron a una marcha por el centro de esa ciudad en reclamo de justicia. La movilización partirá el lunes, desde las 20, desde la plaza San Martín, según señalan en las redes sociales.

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