El tribunal leyó la sentencia que recayó contra Aidee Trinidad Buffi, de 61 años, por homicidio calificado en perjuicio de su esposo Ramón Alberto Díaz. El hecho ocurrió en 2017 en la casa familiar del barrio Los Cipreses.

El tribunal pluripersonal que integraron los jueces Gustavo Urdiales (presidente), Octavio Silva y Susana Luna, condenó por unanimidad a Aidee Trinidad Buffi, de 61 años, a la pena de prisión perpetua por haber quemado vivo a su esposo, con quien convivía en una casa del barrio Los Cipreses, donde la mujer se encuentra en domiciliaria.

La sentencia se conoció este miércoles tras una semana de haberse iniciado el juicio oral y público, en el que se ventilaron los hechos ocurridos el 7 de febrero de 2017, en la mencionada vivienda de calle Alvear al 8.200, en el norte de la ciudad. La víctima, Ramón Alberto Díaz (69), fue internado con quemaduras en el 70 % de su cuerpo y falleció cinco días después por la misma causa en el hospital Cullen.

Por el caso, la mujer fue detenida y desde un primer momento atravesó el proceso bajo el beneficio de la prisión domiciliaria con salidas laborales y médicas.

Los fiscales Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias, además de solicitar la pena máxima, pidieron en su alegato final la revocatoria de la domiciliaria, para que Buffi cumpla condena en una cárcel común, medida que fue rechazada por el tribunal, confirmando la modalidad de prisión preventiva morigerada, tal como lo solicitara su abogado defensor Mauricio Frois.

Por la espalda

“Díaz fue rociado con combustible encontrándose sentado y por detrás en su domicilio”, destacó el fiscal Gonzalo Iglesias luego de conocido el fallo. Para la acusación, el hombre fue “atacado y prendido fuego por su esposa”, aunque la defensa argumentó que el incendio “se debió al imprudente accionar de la víctima”.

Entre los testigos citados al debate, una sumariante de la División Homicidios que el día del hecho acudió al lugar recordó que habló con la mujer y qué ésta le relató que había mantenido una pelea con su marido y que éste amenazó con abandonar la casa y que si ello sucedía ella prendería fuego el inmueble.

Según ese relato, Buffi dijo haber rociado con nafta el suelo del comedor y que su esposo se resbaló y cayó al suelo, empapándose del combustible y que “del susto” dejó caer el fósforo encendido. Finalmente el tribunal impuso la pena máxima para la mujer, al considerarla autora del delito de “homicidio calificado por el vínculo”, e hizo lugar a los recurso que una vez conocidos los fundamentos del fallo, pueda interponer la defensa privada.

Fuente: El Litoral

 

 

 

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