En la mañana de este martes una nena de 12 años fue atacada por palometas en la Costanera Este. La pequeña se encontraba con su familia cuando ocurrió el incidente, y en un primer momento fue asistida por personal médico del Centro de Operaciones y Brigada de Emergencias Municipal (Cobem).

Posteriormente fue llevada al Hospital de Niños Orlando Alassia, donde se constató la herida en un dedo del pie derecho. Los ataques de esta especie de peces aumentan con las altas temperaturas y son una constate en los veranos santafesinos.

Las recomendaciones que brinda el Ministerio de Salud para evitar este tipo de incidentes son las siguientes:

• Utilizar zonas donde existan guardavidas, respetar sus indicaciones y acudir a ellos en caso de ataques.
• En caso de sufrir una mordedura, desalojar la zona inmediatamente y recurrir a un centro médico para su atención.
• Evitar zonas de aguas quietas y playas, que en días de calor levantan temperatura fácilmente.
• No bañarse en playas cercanas a lugares en donde los pescadores limpian sus presas o arrojan los restos de las carnadas utilizadas.
• No meterse al agua con lastimaduras.

Las palometas pueden alcanzar los 33,3 cm de longitud total y 3.850 g de peso. Cuentan con una mandíbula prominente y una boca llena de dientes en posición terminal, lo que le permite triturar la carne.

Estos animales son similiares a las pirañas, teniendo en cuenta que se trasladan en cardúmenes y prefieren las zonas de aguas bajas para alimentarse. Las palometas perciben la sangre, y cuando una de ellas muerde es muy probable que las otras se acerquen para atacar.

Las palometas normalmente son inofensivas, pero se vuelven agresoras por dos razones: para defenderse de especies corpulentas, ya que las aguas cálidas estimulan su agresividad; y porque los yacarés y nutrias gigantes que las tenían como presas estan casi extintos, y eso perjudicó el equilibrio natural que controlaba a estos peces carnívoros.

Fuente: UNO Santa Fe