Tren Urbano dialogó con Gabriela Campiris coordinadora de la Casita del Luján lugar de contención para personas en situación de calle que da alimentación y ayuda  psicológica para todos las personas que tengan problemas de adicciones. Relató que están conteniendo a 14 varones que están realizando la cuarentena en la Casita del Luján.

“La actividad principal de la Casita del Lujan es la recuperación de las adicciones, nosotros trabajamos con gente adicta y la gente en situación de calle es la que más está atravesada por las adicciones, primero empezamos años atrás empezamos con una merienda y duchas para la gente de la calle pero al ver la gran demanda que teníamos nos convertimos en un Hogar de Cristo que funciona de lunes a viernes donde brindamos desayuno comunitario y almuerzo, tenemos ropa, cubrimos las necesidades básicas, además ayuda profesional con psicólogos”.

¿A cuántas personas brindan esa asistencia?

“Tenemos un núcleo duro de 30 personas diarias y hace una semana antes de ser dictada el aislamiento obligatorio venimos albergando a 14 varones en situación de calle y ahora los tenemos en cuarentena y hacemos un doble esfuerzo porque ellos tienen problemas de adicciones”.

“Fue una decisión muy difícil porque nos planteábamos como íbamos a hacer para atenderlos porque venían con un gran consumo esos días y ahora sufren las naturales crisis de abstinencia pero la venimos surfeando bastante bien”.

“Muchos son pensionados por discapacidad y guardan pesito por pesito para poder reinsertarse en la sociedad y pensando en que la vida le pueda brindar una nueva oportunidad”

¿Qué actividades realizan para pasar el tiempo de aislamiento?

“La verdad que mucho no se hace porque el grupo de trabajo está paralizado, somos solo cuatro personas trabajando y hacemos lo que podemos, juegan a las cartas, tenemos una computadora media viejita y se turnan para usarla, juegan al ajedrez, miran películas”.

¿Qué es lo que están necesitando?

“Alimentos no perecederos, nosotros ocupamos mucho pollo y carne, verduras. Juegos de mesa, cartas, la dirección es 9 de Julio 6026  o bien a mi teléfono que es 154-631-5555”

“La verdad que no desmerecemos los albergues transitorios de la municipalidad, pero no es fácil contener a las personas en situación de calle y que tienen problemas de consumo”.

¿Cómo llegaste a trabajar en la Casita del Lujan?

“Porque yo fui adicta durante 16 años y tenía a mi familia destrozada por mi adicción, porque la familia de un adicto queda destruida, tengo un hermano asesinado por un narco de mi barrio porque yo soy de Villa del Parque y tener a una madre tirada llorando en una cama hace 6 años pidiendo justicia. La verdad que yo venía terminando mi vida con el consumo y buscaba otra salida y mi mamá fue a un grupo en la iglesia del Luján que se llama Corazón Misericordioso que hasta ahora sigue funcionando, todos los días a las 20.00 hs funcionaba ese grupo”.

“Cuando llevaba 4 meses de recuperación libre de consumir, tuve una recaída y Marcelo que es el otro coordinador el me buscó y me encontró en el fondo de Villa del Parque y me dijo: “Gabita no te escondas que yo te quiero más que ayer” y es así que pude entender que ese no era el camino”.

“No hay muchas posibilidades de recuperación para la gente adicta, la mayoría son clínicas pagas  y no todo el mundo cuenta con recursos y nosotros desde este hogar de Cristo lucha por esos derechos”.

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