Julián Zícari, autor del libro Camino al colapso. Cómo llegamos los argentinos al 2001.

“Lamentablemente es muy parecida la situación económica y social al 2001, hay también bastantes diferencias, no son exactamente lo mismo. Pero si uno piensa al escenario inmediato al que vamos, realmente es un escenario muy angustiante, y 2019 va a ser todavía peor. Vamos a una situación no solo de recesión y caída económica sino de disminución de todos los salarios, de caída del consumo, de la inversión, de las ventas, aumento de la pobreza, del hambre, de la concentración económica, de las desigualdades. Es un escenario muy desgarrador que ya se está empezando a ver en la calle y la conflictividad social está escalando sin pausa y el mismo gobierno ya está desesperado por buscar alguna vuelta legal para reinstalar a las fuerzas armadas en la seguridad interna, un retroceso de 40 años en la democracia argentina, volver a recurrir al ejército para controlar la situación social.

No es exactamente el 2001 porque hay ciertas cosas que también nos diferencian, yo veo muy difícil que haya un corralito, esas cosa no van a pasar, pero sí otras similares.

Esta crisis se desencadenó mucho más rápido que la del 2001 que se venía incubando prácticamente desde el origen de la convertibilidad. El modelo de la convertibilidad que duró desde el 2001 hasta principios del 2002, era un modelo no solo de cambio fijo un peso, un dólar, sino un modelo fuertemente dependiente del endeudamiento del estado, si no se endeudaba el estado no funcionaba la convertibilidad. Lo que fue pasando a medida que avanzó la década del 90 y cuando asume la Alianza es que el crédito externo se fue cerrando hasta que se agotó, algo similar a lo de Macri. La economía macrista de la única manera que podía funcionar era a través del endeudamiento sistemático del estado. Se cortó ambos endeudamientos, el del 1 a 1 y el actual, recurren los dos gobiernos al FMI para el blindaje, el paso siguiente que dio De la Rúa fue el megacanje, cambiar bonos de corto plazo por bonos de largo plazo para descomprimir la situación de deuda. Es lo que está haciendo ahora el gobierno con las Lebacs. Está haciendo un megacanje, está cambiando bonos de corto plazo que vencen en lo inmediato por bonos de más largo plazo porque no los puede pagar. Y el próximo paso de la Alianza fue la Ley de Déficit Cero que ajustaba los salarios estatales y las jubilaciones a un 13%. Y esa ley de Déficit cero es la que estamos viviendo ahora porque si el grueso de las paritarias están negociadas al 15% y la inflación va a estar por lo menos en torno al 40%, va a haber una caída salarial fuertísima superior al 13%.

Es una paradoja porque uno pensaría que, por un lado, como sociedad no aprendimos y no avanzamos nada porque vuelve el mismo elenco de poder que gobernó durante la Alianza, a mí me llama la atención la impunidad con la que han regresado, porque uno ve a Patricia Bullrich que era la ministra de Dela Rúa, Federico Sturzenegger que era la mano derecha de Cavallo en el 2001, Dujovne, Larreta, Carrió, Lombardi, Lopérfido, Aguad, toda la primera y segunda línea de la Alianza está en Cambiemos. Y las mismas recetas, el modelo neoliberal, el ajuste, endeudamiento, flexibilización laboral, apertura económica. Entonces uno dice la sociedad como que no avanzó nada, pero por otro lado en el campo social hay una sociedad mucho más organizada, hay cierta experiencia de aprendizaje colectivo y ya muchas de las protestas y de los conflictos que está comenzando a haber son un poco por lo que está pasando pero mucho sobre todo a sabiendas de que ya la mayoría de los argentinos sabemos la que se viene y estamos anticipándonos defensivamente. En el 2001 la desocupación estaba en torno al 20%, hoy aun con todo lo que ha destruido el macrismo la desocupación está en torno al 9%. Entonces uno puede decir las condiciones sociales son mejores, las condiciones salariales, que han caído sobre todo si uno compara con 2015, sin embargo hoy los salarios son más altos que en el 2001. Están los planes sociales, la asignación universal, mayor cantidad de jubilados dentro del sistema previsional, y la sociedad civil, los sindicatos, las organizaciones sociales, los piqueteros, hay un montón de fuerzas, y aunque el periodismo funcione como bloque mediático que protege y se alinea con el gobierno ya muchos relatores oficialistas de a poco le empiezan a soltar la mano totalmente desencantados porque entienden que la que se viene ya es indefendible.

En este momento la mayoría de las encuestas muestran un rechazo al gobierno del 60% y todavía no llegó la crisis. Imagínense cuando pase el mundial y la situación se empiece a sentir fuerte, ahí las explosiones sociales, uds como santafecinos tanto en el 89 como en el 2001 fueron los primeros en sentir los saqueos. Cuán lejos estamos de que en las provincias empiecen esas situaciones. Ayer vieron las situaciones de represión que está viviendo la provincia de Chubut. Estos estallidos no van a ser los únicos. Desgraciadamente nos compramos otro pasaje al retorno a esas políticas y a esas épocas tan oscuras. Parece ridículo pero el gobierno llegó prometiendo una revolución de la alegría. ‘Nadie va a perder nada de lo que tiene, la inflación no va a ser un tema en nuestro gobierno’. Una de las promesas era 1 millón de créditos hipotecarias, hasta ahora con los créditos UVA se dieron 8.000 créditos.

El presidente del BCRA Caputo celebra que la corrida fue lo mejor que nos pudo haber pasado porque nos obligó a ir al FMI y ser así más austeros y más responsables con las finanzas del estado, finalmente muestran la verdadera cara: el FMI, políticas de ajuste y represión. Ya no hay nada más atractivo que ofrecer. El próximo proyecto de ley fuerte que quiere presentar el gobierno es una nueva  flexibilización laboral. La única herramienta que tiene es recaer los costos de la crisis sobre los trabajadores, los jubilados, la clase media, los pobres.

Los sectores medios urbanos han sido un sostén y los votantes centrales de Cambiemos, que son los que se le están escurriendo en este momento al gobierno y eventualmente van a ser parte de los que van a activar y van a ser parte de las confrontaciones sociales. Lo vimos cuando se votó la Ley de reforma provisional con la cual se modificó la fórmula que calculaba los haberes jubilatorios y la asignación universal a la baja, ahí hubo cacerolazos masivos en varios centros urbanos de todo el país, especialmente en la Capital que son los votantes más fuertes del macrismo. Y seguramente se van a volver a activar ya sea con la flexibilización laboral que viene, con los nuevos tarifazos, que están pautados 80% del gas, 50% de la luz, transporte, medicina prepaga, televisión por cable, combustible, una segunda ronda de tarifazos muy agresiva.  Y seguramente algún tópico va a alentar a que estos sectores se movilicen. El mismo gobierno se está atajando cuando dice ‘vienen trimestres muy duros’. Y insisto en plena caída económica el verdadero ajuste va a ser para 2019. Yo la verdad veo muy difícil que el macrismo pueda terminar su mandato. Un año y medio yo no creo que tiene este gobierno. O van a tener que adelantar las elecciones o pautar algún tipo de fórmula de concertación con otras fuerzas políticas, o desgraciadamente no están muy lejos de un helicóptero. Porque esto recién empieza y ya es terrible.”

Escuchá la entrevista:

Comenta sobre esta publicación