Pidió un subsidio de 50 millones para afrontar el servicio de residuos. Pero en el gobierno de Perotti recordaron que, en sus últimos días de gestión, Lifschitz le transfirió 120 millones por ese ítem.  Luego reclamó un adelanto de coparticipación para pagar salarios. En la administración provincial advirtieron que sin embargo los sueldos municipales estaban depositados el día 30, o sea que el dinero se iba a usar para otra cosa. Resultado: no hubo pique.

Por Gustavo Castro / Diario Santa Fe

El intendente Raúl Emilio Jatón presentó dos notas en reclamo de aportes provinciales para hacerle frente a diversos gastos de la municipalidad de Santa Fe pero cometió el error de ofrecer argumentos rebatibles para su pedido, según documentación a la que accedió Diario Santa Fe e información pública difundida desde el propio despacho de calle Salta.

La primera de las solicitudes ingresó el 1 de abril a la secretaría de Integración y Fortalecimiento Institucional, ex Municipios y Comunas. Allí, el alcalde santafesino pide “una asistencia financiera por la suma de Pesos Cincuenta Millones ($50.000.000,00) bajo la modalidad de Aporte No Reintegrable” para “afrontar los gastos de las áreas críticas que deben prestar servicios esenciales ante la situación de emergencia por la que atravesamos los gobiernos locales y que, en el caso de este municipio, se ve agravada por la delicada situación financiera”.

Luego Jatón hace una descripción lapidaria del estado en que dejó José Corral al municipio. Asevera que se encontraba “sumido en la más absoluta parálisis funcional” y advierte que la deuda consolidada y flotante a diciembre de 2019 “ascendía a Pesos Mil Trescientos Millones, es decir el 16% del gasto aprobado para dicho ejercicio”.

En este último aspecto, el intendente subraya que dentro de lo adeudado se encuentran “prestaciones esenciales como la recolección de residuos y disposición final de los mismos”, que “registraban una deuda de más de seis meses, lo que implicó y actualmente implica una crisis pública y notoria con dicho servicio, el cual en las condiciones sanitarias en la que nos encontramos no puede verse mermado, hecho que también motiva este pedido al Poder Ejecutivo Provincial, para poder hacer frente a los pagos parciales que permitan dar continuidad al servicio, siendo este esencial para garantizar el bienestar y las condiciones de habitabilidad de los ciudadanos y ciudadanas de la Ciudad”.

Más adelante, y luego de enumerar lo que considera son “servicios esenciales”, el jefe municipal precisa: “con los fondos solicitados se atenderán gastos vinculados a la atención de certificados de servicios de residuos y su correspondiente disposición final, actividades de prevención y bloqueo de dengue, permitiéndonos afrontar los servicios ambientales y evitando perjuicios para toda la comunidad en momentos tan difíciles como el que actualmente enfrentamos”.

 

Ante esta presentación, en el gobierno de Omar Perotti decidieron dejar de lado la retórica del texto y encontraron un antecedente cercano de transferencia de plata a la municipalidad de Santa Fe para la gestión de residuos. Es del 28 de noviembre de 2019, a escasas dos semanas de la salida de Miguel Lifschitz de la Casa Gris y de la simultánea asunción del periodista en el palacio de calle Salta. Se trata del decreto N° 3784, mediante el cual se otorga un subsidio de 120 millones de pesos para el Centro Ambiental de la capital provincial “a fin de garantizar la correcta Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos”.

 

En el mismo decisorio del ex mandatario se indica que en la ciudad de Santa Fe se maneja la basura “en una forma ambientalmente segura, con una gestión adecuada, contando con dos concesionarios para la recolección, barrido y limpieza, así como el retiro de neumáticos y atención de microbasurales”. Y luego se afirma “que es imperioso mantener tanto la recolección de los residuos de la Ciudad de Santa Fe, como la operación de la disposición final en el relleno sanitario, a los fines de minimizar impactos ambiental y socialmente negativos”.

 

En consecuencia, el pedido de un nuevo subsidio de Jatón para la gestión de residuos no encontró resultado positivo. Tampoco se hicieron eco de la propuesta del intendente cuando el 22 de abril Freyre recibió otra nota en la que se reclamaba “un adelanto transitorio del régimen federal de coparticipación destinado al pago de haberes del mes de abril del presente ejercicio de persona de esta municipalidad de la ciudad de Santa Fe”.

 

“Lo solicitado se fundamenta en la coyuntura actual generada por la pandemia COVID-19, la cual trae aparejada una reducción considerable en la recaudación proyectada para este año, a lo que debemos adicionar las erogaciones extraordinarias producidas por la emergencia sanitaria que afecta directamente a los y las santafesinas”, argumenta sobre el final de la misiva.

 

En este caso, el gobierno provincial observó que una semana después, el jueves 30, ya estaban depositados los sueldos del personal municipal, lo cual fue informado oficialmente, como es costumbre. La interpretación es obvia: si ya estaban los fondos para hacerle frente a los salarios, entonces el adelanto de coparticipación iba a tener un destino distinto e indefinido.

 

A otro surubí con ese cascarudo.

 

 

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