Con el objetivo de seguir conociendo la situación en
que se encuentran distintos barrios de la ciudad de Santa Fe desde Fm Chalet
100.9 dialogamos con Guillermo Ifrán, referente de In.Nu.Ma (Inundaciones Nunca
Más), organización que desde hace varios años desarrolla actividades en zonas
como la Nueva Tablada. “Muchos vecinos después de la inundación del 2003 se
mudaron hacia el norte, donde se empezó a generar una urbanización que no es
tenida en cuenta ni por el municipio ni la provincia, destacó”.
que se encuentran distintos barrios de la ciudad de Santa Fe desde Fm Chalet
100.9 dialogamos con Guillermo Ifrán, referente de In.Nu.Ma (Inundaciones Nunca
Más), organización que desde hace varios años desarrolla actividades en zonas
como la Nueva Tablada. “Muchos vecinos después de la inundación del 2003 se
mudaron hacia el norte, donde se empezó a generar una urbanización que no es
tenida en cuenta ni por el municipio ni la provincia, destacó”.
La Nueva Tablada es uno de los tantos barrios que nació
con la post inundación del 2003. El mismo fue financiado por la
Agencia Adventista de Desarrollos y Recursos Asistenciales (ADRA) y se levanto
bajo la forma de autoconstrucción. En el proyecto original también participaron
los Gobiernos Provincial y Municipal junto con el Centro de Investigación y
Desarrollo para la Construcción de la Vivienda (CECOVI) de la UTN. Y si
bien su edificación fue realizada con la tecnología que aportara la universidad
antes mencionada en los últimos años no logró escapar del olvido y la desidia
del estado. “Nosotros hicimos un relevamiento en el año 2006 y
después de más de 6 años ese lugar triplicó su población”, agrega Ifrán, quien
en forma inmediata afirma que “hay una exclusión de muchas familias santafesinas
que están fuera del anillo de protección, gente que se fue a vivir por fuera de
las defensas del río, que van agarran cuatro postes y unas chapas y se hacen un
ranchito en esa zona, contra el río salado porque “no hay respuesta de la
gestión municipal ni provincial. Cómo hace la gente para vivir en esos lugares en
situación de marginalidad, donde se le niega ecuación, salud, seguridad y
también lo imprescindible como es un techo, una vivienda, un lugar para poder
forma esa familia y sentirse integrada, parte de esta sociedad. Ese es el gran
tema; tenemos dos barrios tomados (Santa Rita y Las Delicias) y la realidad demuestra
la necesidad de techo que tiene el santafesino”.
con la post inundación del 2003. El mismo fue financiado por la
Agencia Adventista de Desarrollos y Recursos Asistenciales (ADRA) y se levanto
bajo la forma de autoconstrucción. En el proyecto original también participaron
los Gobiernos Provincial y Municipal junto con el Centro de Investigación y
Desarrollo para la Construcción de la Vivienda (CECOVI) de la UTN. Y si
bien su edificación fue realizada con la tecnología que aportara la universidad
antes mencionada en los últimos años no logró escapar del olvido y la desidia
del estado. “Nosotros hicimos un relevamiento en el año 2006 y
después de más de 6 años ese lugar triplicó su población”, agrega Ifrán, quien
en forma inmediata afirma que “hay una exclusión de muchas familias santafesinas
que están fuera del anillo de protección, gente que se fue a vivir por fuera de
las defensas del río, que van agarran cuatro postes y unas chapas y se hacen un
ranchito en esa zona, contra el río salado porque “no hay respuesta de la
gestión municipal ni provincial. Cómo hace la gente para vivir en esos lugares en
situación de marginalidad, donde se le niega ecuación, salud, seguridad y
también lo imprescindible como es un techo, una vivienda, un lugar para poder
forma esa familia y sentirse integrada, parte de esta sociedad. Ese es el gran
tema; tenemos dos barrios tomados (Santa Rita y Las Delicias) y la realidad demuestra
la necesidad de techo que tiene el santafesino”.
Como en tantos otros barrios la falta de respuestas
genera angustia y desazón en los vecinos, mas aún, cuando los mismos tuvieron
que atravesar dos procesos de inundación, que mas allá de las “causas naturales,
tuvieron un altísimo grado de responsabilidad política, poniendo en evidencia
la falta de gestión y planificación dentro de la ciudad. “No ha cambiado nada
ya que muchos vecinos después de la inundación del 2003 se mudaron hacia el norte,
donde se empezó a generar una urbanización que no es tenida en cuenta ni por el
municipio ni la provincia. La marginalidad es total porque en la zona norte,
por ejemplo, sino llegó el agua potable o llegó a los meses dense cuenta de
cuando van a llegar los desagües pluviales, las obras lógicas y debidas para que
esos vecinos vivan en condiciones “normales” dentro de una ciudad, porque no
están viviendo en medio de una isla, están viviendo en el medio de una ciudad
capital de la provincia. Creo que tenemos que tener en cuenta esta realidad”. La
gente está viviendo en una situación muy comprometida, esta es una olla a
presión. Es muy difícil que ellos puedan entenderlo, hay funcionarios que no
están acostumbrados a pisar barro”, dispara el titular de la organización.
genera angustia y desazón en los vecinos, mas aún, cuando los mismos tuvieron
que atravesar dos procesos de inundación, que mas allá de las “causas naturales,
tuvieron un altísimo grado de responsabilidad política, poniendo en evidencia
la falta de gestión y planificación dentro de la ciudad. “No ha cambiado nada
ya que muchos vecinos después de la inundación del 2003 se mudaron hacia el norte,
donde se empezó a generar una urbanización que no es tenida en cuenta ni por el
municipio ni la provincia. La marginalidad es total porque en la zona norte,
por ejemplo, sino llegó el agua potable o llegó a los meses dense cuenta de
cuando van a llegar los desagües pluviales, las obras lógicas y debidas para que
esos vecinos vivan en condiciones “normales” dentro de una ciudad, porque no
están viviendo en medio de una isla, están viviendo en el medio de una ciudad
capital de la provincia. Creo que tenemos que tener en cuenta esta realidad”. La
gente está viviendo en una situación muy comprometida, esta es una olla a
presión. Es muy difícil que ellos puedan entenderlo, hay funcionarios que no
están acostumbrados a pisar barro”, dispara el titular de la organización.
Si bien desde el primer momento de su asunción, José
Corral intentó diferenciarse de su antecesor en cuanto a que barrios debían
tener prioridad de atención por parte del municipio, la realidad refleja que en
8 meses al frente del ejecutivo son pocos los cambios que visualizan los
vecinos comparando ambas gestiones. Y una situación que es casi calcada es el
reclamo de mayor participación de las organizaciones que desde hace años
desarrollan su trabajo territorial en distintos puntos de Santa Fe. Para Ifán “hay
muchísimas necesidades en la zona oeste, en la norte y en la costa que no están
siendo escuchadas. Cómo podes escuchar un vecino si ni siquiera escuchan a las
instituciones que trabajan territorialmente, sino que se dedican a trabajar con
las organizaciones que son amigas del gobierno de turno? Muy poco van a
entender qué pasa si no se escucha las organizaciones que tienen un trabajo
territorial y que lo vienen sosteniendo hace tiempo y se dedican a charlar con
vecinales amigas que tienen oficinas en el centro”.
Corral intentó diferenciarse de su antecesor en cuanto a que barrios debían
tener prioridad de atención por parte del municipio, la realidad refleja que en
8 meses al frente del ejecutivo son pocos los cambios que visualizan los
vecinos comparando ambas gestiones. Y una situación que es casi calcada es el
reclamo de mayor participación de las organizaciones que desde hace años
desarrollan su trabajo territorial en distintos puntos de Santa Fe. Para Ifán “hay
muchísimas necesidades en la zona oeste, en la norte y en la costa que no están
siendo escuchadas. Cómo podes escuchar un vecino si ni siquiera escuchan a las
instituciones que trabajan territorialmente, sino que se dedican a trabajar con
las organizaciones que son amigas del gobierno de turno? Muy poco van a
entender qué pasa si no se escucha las organizaciones que tienen un trabajo
territorial y que lo vienen sosteniendo hace tiempo y se dedican a charlar con
vecinales amigas que tienen oficinas en el centro”.
Y a modo de cierre de la nota el entrevistado no
quiso dejar pasar por alto el nuevo incremento de impuestos y servicios que se
viene en la ciudad y consideró “aumentar los servicios es lo que acostumbra
cualquier gobierno incapaz. Esta gestión no brinda ningún servicio a los
vecinos y lo único que intenta es aumentar para calmar el saldo en rojo. Recordamos
esa promesa de que llegó la hora de los barrios; creo que a Corral se le paró
el reloj porque ya van 8 meses de gestión y no sé, quizás tenga uno de arena,
porque la hora nunca ha llegado para los barrios”, concluyó con dureza.
quiso dejar pasar por alto el nuevo incremento de impuestos y servicios que se
viene en la ciudad y consideró “aumentar los servicios es lo que acostumbra
cualquier gobierno incapaz. Esta gestión no brinda ningún servicio a los
vecinos y lo único que intenta es aumentar para calmar el saldo en rojo. Recordamos
esa promesa de que llegó la hora de los barrios; creo que a Corral se le paró
el reloj porque ya van 8 meses de gestión y no sé, quizás tenga uno de arena,
porque la hora nunca ha llegado para los barrios”, concluyó con dureza.
Audio: Guillermo Ifrán
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