La tragedia ocurrió en enero de 2019 y se cobró además la vida del piloto David Ibbotson.

La investigación final sobre el accidente en el cual murió el deportista revela que “ni el piloto ni la aeronave tenían las licencias o permisos necesarios”.

Entre sus conclusiones principales, sostuvieron que “ni el piloto ni la aeronave tenían las licencias o permisos necesarios para operar comercialmente”. Aquella investigación duró 14 meses, y se trata del tercer informe por el caso que conmocionó al mundo del fútbol.

“A las 20:16 (hora local), probablemente mientras maniobraba para evitar el mal tiempo, el avión se perdió del radar y golpeó el mar a 22 millas náuticas al norte-noroeste de Guernsey [dependencia británica al oeste de las costas de Normandía (Francia)]”, detalla el informe.

Causas del accidente

La investigación indica tres factores causales que provocaron el desastre aéreo.

Pérdida de control: ocurrió durante un giro manual, “que probablemente se inició para permanecer o recuperar las Condiciones Meteorológicas Visuales (VMC, por sus siglas en inglés).

La aeronave sufrió una ruptura en vuelo: esto se produjo “mientras el piloto maniobraba a una velocidad aerodinámica significativamente superior a su velocidad de maniobra de diseño”, dice el documento.

Presencia de monóxido de carbono: “El piloto probablemente se vio afectado por el envenenamiento” de aquel componente tóxico, concluye el reporte.

Fuente: Sin Mordaza

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