El expresidente confesó el origen de la deuda histórica otorgada por el FMI. Además volvió a victimizarse y acusó al oficialismo de “persecución política” por la causa de presunto espionaje a familiares de tripulantes del ARA San Juan.

El expresidente de la Nación, Mauricio Macri, estuvo como invitado en  La Noche de Mirtha, conducido por Juana Viale, dio detalles de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del cual aseguró que fue solicitado para evitar que el kirchnerismo gane las elecciones presidenciales y volvió a victimizarse por la causa que lo tiene como protagonista por presunto espionaje a familiares de tripulantes del ARA San Juan“Firmó el decreto apuradísimo antes de irse a Roma, claramente tiene una gran connotación política”, disparó contra el presidente Alberto Fernández, luego de su cuarta citación a indagatoria.

Por otro lado, con respecto al juez Martín Bava, lanzó: “Él ya prejuzgó, lo dijo en su llamado, dijo que hice algo que yo no hice. No hice nada ilegal, nunca usé algo público para hacer algo ilícito”. Mientras que sobre las familiares: “La causa está armada por una abogada militante de ellos (oficialismo), seguida de una minoría de los familiares y con un juez subrogante que no tiene competencia porque yo nunca trabajé en Dolores, debería realizarse en Capital Federal”. Y señaló: “Hay una obsesión, es un episodio más de la persecución, deben creer que con esto podrán ganar una elección”.

En relación a la deuda, Macri explicó sobre el FMI: “Son los demás países, los que tienen plata. Forman este grupo de técnicos y dicen ‘apoyemos a este país porque tienen un plan para salir adelante’. Yo fui y les dije que los mercados tenían miedo de que vuelva el kirchnerismo; nos ayudaron y nos dieron, a partir de abril de 2018, 50 mil millones de dólares”. Y sobre el dinero recibido, dijo: “Reemplazamos la deuda que ya teníamos, de los gobiernos anteriores y lo que habíamos agarrado nosotros que los mercados no querían financiar”.

También, más allá de querer buscarse autocrítico, culpó indirectamente al pueblo argentino por la situación actual y acusó al presidente por “negociar mal” junto al ministro de economía. “Si ganábamos la elección, habíamos arreglado la deuda con privados y el Fondo. El FMI no estaba apurado para que devolvamos la plata, sino que quería un plan. Querían ver quién iba a gobernar. Si ganábamos, lo arreglábamos en cinco minutos”, manifestó.

ELECCIONES

Tras los números positivos conseguidos en las PASO del 12 de septiembre, el líder de Cambiemos habló de que ve “un enorme nivel de entendimiento” por parte de la gente, por lo que cree que se terminará la “irracionalidad” y a partir del 14 de noviembre, comenzará “una Argentina de la sensatez” para “construir una sociedad y dar un futuro, algo que requiere de constancia y unidad, de trabajar juntos”. Más allá de esta idea de unidad que buscó transmitir, es importante remarcar que la Oposición no aceptó el diálogo propuesto por el oficialismo.

Pero más allá de esto, Macri se mostró esperanzado por las presidenciales del 2023. Sobre una victoria, expresó: “Tenemos tres desafíos importantes: saber cómo lograr el nivel de daño que pueda seguir haciendo el FDT, como hacer control de daños como Oposición; puertas adentro fijar mecanismos de competencia sana, hay muchos dirigentes con ambiciones; y lo tercero es generar claridad y unidad en las ideas para volver al Gobierno”. Además, celebró y caracterizó como “gran revelación” la campaña de Martín Tetaz y el radicalismo.

Con respecto al futuro, vaticinó que -a diferencia del 2015-, “el Estado va a estar aún más quebrado” y acusó al kirchnerismo de “mandar al sexto subsuelo” al país. Otra vez, confiado sobre las presidenciales, lanzó: “La gente nos va a dar el poder de actuar y de transformar. Vamos a tener diputados, senadores, muchos gobernadores. Tengo esperanzas de que vamos a gobernar Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Chubut”. Y aseguró: “Viene otra Argentina, todos vamos a saber cuál es la tarea. Entender el rumbo, saber que al final de cada día vas a estar un poco mejor”.

Mientras que aseguró que “la gestión que tuvimos va a quedar como el prólogo del cambio” porque el “definitivo” será en dos años, quiso mostrar algo de autocrítica. “Generamos una expectativa muy alta, no estuvimos a la altura y mucha gente sintió que no era lo que prometimos. Yo lo entendí, me dolió, volvimos para atrás. Cuando generás una expectativa en lo económico y no la cumplís… Es duro”, expresó. Y agregó: “Nosotros dejamos el país mucho mejor en relación al 2015, después del 2019. Argentina tenía equilibrio fiscal, exportaba más todos los días, abrimos cientos de mercados, teníamos precios equilibrados”.

Con info de Política Argentina

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