El Hormiguero dialogó con Rubén Sala, presidente del Partido Comunista y referente de los históricos movimientos piqueteros santafesinos en 2001, acerca de los casos de represión en la provincia durante la crisis de diciembre.
“César Acosta era uno de los hijos de Graciela, que fue asesinada en el 2001 a dos cuadras de un supermercado en un saqueo, recibió un balazo. Era uno de sus 6 hijos, quedaron medios solos, con una tía, con un tío. Después de un tiempo tuvo que irse a vivir a la calle, él tenía 15 años cuando Graciela recibe aquel disparo por un policía, Ponce, que está identificado, se hizo cargo, pero ya está libre”.

“Los chicos quedaron a la deriva, como pudieron, en una familia humilde donde se hizo muy difícil la contención. Es una historia muy repetida, que terminó con el suicidio de este joven, en el aniversario de la muerte de su madre”.

“Tuve oportunidad de estar con él hace 10 años, él me decía que ya estaba perdido, que era más dañino para su familia quedarse con ellos en Villa Gobernador Gálvez que vivir en la calle en Rosario”.

“Hay muchísimas cosas de las que no se habla en Santa Fe. Recordemos las inundaciones, los presos que quedaron encerrados y murieron asfixiados en Villa Constitución. También civiles que han hecho cosas terribles, de las que no se hablan más. Hoy en donde pareciera que la última noticia te va tapando la otra, pero no es casualidad. No es casualidad que no se hable de inundación, que haya sido Gobernador Reutemann y el Intendente Binner. Muchas cosas son las que en esta provincia se olvidan o se callan”.

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