Conversamos con el diputado provincial Leandro Busatto sobre la política energética del gobierno.

“Tras el veto del presidente se ocultan las verdaderas intenciones que ha tenido el gobierno nacional con respecto a la energía y en general al plan económico que viene llevando adelante.

El plan económico es un plan de negocios que consiste en engrosar las arcas de los empresarios amigos de las mismas compañías que se benefician con las decisiones que ellos mismos toman. Es una fiesta para pocos que pagan la mayoría de los argentinos con el traslado de los subsidios que antes iban directamente a los usuarios ahora van a las empresas y con un fenomenal proceso de ajuste y de saqueo.

Macri está sincerando su posición en cuanto a lo que significan los servicios públicos. Para nosotros los servicios públicos son derechos esenciales y el estado debe garantizar el acceso a los mismos. Para el gobierno de Macri los servicios públicos son mercancías y quien puede pagar accede y quien no puede pagar queda privado de tener agua, luz o gas. Estamos en la confirmación de un gobierno salvaje que vino a hacerle pagar al pueblo argentino los costos de un ajuste para beneficiar a las empresas amigas del presidente o a las propias. Y hay que empezar a generar un plan alternativo porque si no la Argentina va a quedar reducida a la posibilidad de que vivan bien apenas 2 o 3 mil familias que son las que siempre han acomodado su situación económica.

En la misma sintonía de la mercantilización de los servicios públicos está inserto el concepto de la demonización que han hecho de los subsidios. Para nosotros los subsidios son una política que estratégicamente refuerza el poder adquisitivo de los sectores medios y populares para que pueda volcarse al mercado interno y generar un proceso virtuoso que termina haciendo más consumo, más trabajo, más demanda. Hasta el 2015 la luz implicaba el 6% de los ingresos familiares y hoy con la quita de subsidios está implicando entre el 20 y el 24%. Y además no existe economía en el mundo desarrollado que no subsidie claramente las tarifas. El FMI ha exhibido un cuadro de lo que eran los subsidios hasta el año 2015 y Argentina estaba 65 en ese ranking.

El macrismo y los medios de comunicación, prácticamente el 95% de los que hay en la Argentina, construyen un relato para tratar de instalar conceptos que queden arraigados, entre ellos los de la pesada herencia, y de que hay una situación de fomento a la vagancia por parte del gobierno anterior y que ahora hay que sincerarse para vivir como un país civilizado. En términos energéticos el gobierno anterior dejó  funcionando en la provincia de Santa Fe dos centrales termoeléctricas, la del Brigadier López en Sauce Viejo y la de Timbúes, que hoy el gobierno de Macri está tratando de privatizar a partir de la venta de las acciones que el gobierno nacional tenía de las mismas.

Los que no creemos en este gobierno tenemos que tratar de tener información precisa para rebatir estos argumentos de cotillón que los medios de comunicación repiten. El problema es que hay un modelo, que no es nuevo en la historia, pero sí es nuevo en la forma de presentarse que viene a arrasar con los derechos de los sectores populares y de los sectores medios.

Yo creo que hay un gobierno nacional que mercantilizó las tarifas y que hay un gobierno provincial que ha sido insensible y que además ha tenido un criterio estrictamente fiscal para con las tarifas de la luz. La luz en la provincia de Santa Fe aumentó 41% durante 8 años consecutivos de modo acumulado y estuvo por encima de cualquiera de los índices de inflación incluido los índices del Congreso que había creado la oposición para denostar los índices del Indec en su momento. Esto se hizo quizás para sanear la EPE y nosotros creemos que es una instancia positiva porque defendemos el carácter público de la empresa, pero después el socialismo lo utilizó como rueda de auxilio financiera y para salvar los desbarajustes que había en gastos corrientes de la provincia cada vez que el año iba terminando. La empresa engordó los números, pero el gobierno provincial lejos de utilizarla para hacer obra la utilizó para sanear las cuentas provinciales que bastante desordenadas estuvieron durante algún tiempo.”

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