La UNL y la UTN convocaron oficialmente a un abrazo simbólico para reclamar actualizaciones presupuestarias que garanticen su funcionamiento.

Este martes a las 17 se llevará a cabo frente al Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), ubicado en Bv. Pellegrini 2750, la Concentración en defensa de la universidad pública argentina. Se prevé que será una movilización multitudinaria, ya que la han convocado las dos grandes universidades públicas que tiene la ciudad: la mencionada UNL y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

El motivo del reclamo es por actualizaciones presupuestarias para el funcionamiento de las instituciones educativas, inmersas en una grave crisis debido a que cuentan con un presupuesto reconducido (idéntico al del 2023) por decisión del gobierno de Javier Milei y  sumergidas en un contexto de altísima inflación. El principal problema, dicen los directivos de las casas de estudio, se da con los gastos de servicio como las tarifas de luz eléctrica y gas.

La actividad comienza a las 16 en la Facultad de Ingeniería Química, ubicada en Santiago del Estero 2829, desde donde los manifestantes se movilizarán hacia Rectorado. A las 17, se realizará un abrazo simbólico a la UNL.

Seguidamente se dará lectura al documento unificado elaborado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y los representantes de los gremios docentes, no docente y la Federación Universitaria Argentina. A continuación, se entonará el himno nacional.

Mediante las redes sociales estudiantes instaron a marchar con un libro, como representación de la importancia de la educación. Por otro lado, mediante los canales oficiales, se invitó a los concurrentes a portar banderas argentinas.

UNL

“Claramente el presupuesto actual no alcanza”, dijo a UNO Santa Fe el rector de la UNL, Enrique Mammarella. La preocupación pasa por las consecuencias de que se afecte el cursado y funcionamiento de la universidad a mediano y largo plazo.

Mammarella explicó la situación presupuestaria señalando que “a nivel presupuesto hay una situación ajustada con los gastos de funcionamiento con los cuales nos encontramos, en función de que todos los días hay algún aumento de servicio o de algunos insumos que nos obliga a tomar medidas día a día de ver que atendemos con urgencia para tratar de resolver”.

Desde principios de año la UNL adoptó algunas restricciones que tienen que ver con muchos de los gastos que se identificaron como posibles de reducir: “En primer lugar todo lo que tiene que ver con horas extras remuneradas, después todos los bienes de uso excepto los financiados con proyectos que tengan un presupuesto externo. También se han reducido los viáticos y los viajes, se ha suspendido cualquier catering en eventos pese a que tengan financiamiento propio; los traslados institucionales están reducidos tanto en colectivos como taxis o remises”.

“Todo lo que son insumos y gastos no prioritarios están reducidos o demorados, estamos trabajando fuertemente en medidas para reducir el gasto de los servicios básicos. Muchas de las actividades que teníamos pensadas para el primer semestre están siendo postergadas al segundo”, enfatizó Mammarella.

UTN

Por otro lado, el rector de la UTN, Eduardo Donnet, celebró que la movilización fue planeada en conjunto ya que ambas casas de estudio “trabajan permanentemente juntas y son parte del mismo sistema”.

“Es un acto de demostración que el sistema está sufriendo problemas y queremos visibilizarlo. No hay ninguna obligación, nadie obliga a nadie, ni adoctrina. Es conciencia social en todo caso”, dijo sobre las críticas recibidas de una presunta obligatoriedad de asistir a la marcha.

Sobre el aumento del 70% de las partidas, Donnet reconoció que “va a ayudar a una situación que es complicada, porque con la inflación prevista los gastos se van a multiplicar por tres”, pero que “si bien resuelve una parte nos deja a mitad de camino”.

“Lo negativo es que el primer 70% a nuestra Universidad no ingresó todavía como dinero, por lo que estamos haciéndonos cargo del pago de servicios con otros producidos. Nos pone en una situación de riesgo, de no saber si podemos hacer actividades o no hacerlas”, denunció el rector. Seguidamente, explicó que “el año pasado, sin estos incrementos, las tarifas se llevaron dos tercios de los gastos de funcionamiento, y la de este año es una situación mucho más complicada porque los números de factura eléctrica se multiplicaron por 2 y ahora vuelven a subir, estamos casi en 10 millones”.

“Vamos recortando lo que podemos. Hicimos ajustes con vigilancia, de los dos ingresos que teníamos dejamos uno solo en funcionamiento. Las actividades se cortan a las 22, hemos pasado a virtualidad en algunos casos, y los sábados por la mañana no estamos abriendo”, contó Donnet .

Fuente: UNO Santa Fe

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