Según el Colegio de Corredores Inmobiliarios, en Santa Fe hay un faltante preocupante de propiedades para responder a la demanda de alquileres.

Con el verano entrando a su etapa final y atravesando el pico de contagios, Santa Fe empieza a pensar en el inicio de clases, el transporte urbano, los alquileres y el costo de vida en la ciudad.

 El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Santa Fe (1ª Circunscripción), Jorge Pighin, contó que la construcción “se ha reactivado bastante” y que esos inmuebles entrarán al mercado inmobiliario pronto, pero actualmente hay un faltante importante de propiedades.

“Tuvimos casi 18 meses sin los avances de ahora y hoy se ve reflejado en la falta de inmuebles que tenemos en alquiler. No tuvimos desocupaciones, no hubo renovación de departamentos. Antes estaba esa rotación donde siempre teníamos disponibilidad”, explicó Pighin, agregando que es solo una de la razones.

El otro motivo de esta situación es la “nefasta” ley de alquileres, dijo el representante de los corredores inmobiliarios, y enumeró la duración de los contratos, la actualización por ICL y el registro en Afip como los problemas principales.

“Nos encontramos con que en un punto equidistante se junta propietario e inquilino y los dos tienen esos problemas. Eso es lo que está pasando hoy en el mercado locativo de Santa Fe, y hay un faltante de 35% o 40% de propiedades”, dijo Pighin.

En esta línea, afirmó que la ley de alquileres fue “netamente política” porque obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados para ganar las elecciones de 2019, y finalmente se aprobó en el Senado en el 2020. “Estábamos en plena pandemia, sale una ley de alquileres con un DNU vigente donde estaban suspendidos los aumentos. Hubo una desprolijidad muy grande, un maltrato muy grande hacia las partes, entonces hoy hay mucho temor”, explicó.

La reactivación pospandemia

“La apertura de las universidades con las clases presenciales hizo un boom de futuros inquilinos estudiantes a la ciudad, allá por octubre, entonces lo que había hoy no está más y hoy no podemos satisfacer necesidades de esta gente”, se lamentó Pighin.

Precisó que la demanda de estudiantes se hace en persona, páginas web y redes sociales, pero no hay disponibilidad. “Hoy si hubiera en el mercado 1.000 departamentos, en una semana no queda ninguno”, graficó. “Después tenemos a las familias que quieren alquilar viviendas, casas de familia con patio y tampoco hay en el mercado”.

“No nos olvidemos que Santa Fe tiene una propuesta de casi 97 carreras, ya sea pregrado, grado, posgrado en las distintas universidades. Hay aproximadamente casi 9.000 nuevos inscriptos. ¿Dónde se van a alojar?”, dijo con preocupación.

Por otro lado, Pighin confirmó que hubo un incremento de entre 30% y 35% de inmuebles que estaban en alquiler y pasaron a la venta como respuesta a la “inseguridad jurídica” que genera la ley de alquileres, entre los rumores de una suspensión de 180 días o la derogación parcial o total de la normativa.

“Hay muchas cosas que no están bien y el inversionista que apostó a nuestro país, a nuestra ciudad, siente que sigue siendo castigado con todas estas cuestiones”, opinó.

Un gobierno que desalienta

Según el representante de los corredores inmobiliarios, los dueños de los inmuebles que inyectan propiedades al mercado son las personas más castigadas. “Hoy se habla también de un impuesto a los inmuebles socios y yo creo que el mensaje que está llegando de parte de nuestros gobernantes no es bueno para este sector”.

“En vez de incentivarlos se crean más impuestos”, insistió. “Hay casi 10 millones de viviendas faltantes a nivel nacional. Si uno se pone a mirar desde el año 98 a la fecha, la inyección de propiedades que hubo a nivel Estado no llega a un 5%. Y todo el resto de lo construido fue del privado. No castiguemos al privado, beneficiemos, demos un incentivo”.

 

Con este objetivo, la Federación Inmobiliaria de la República Argentina presentó un proyecto en el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y al Senado para beneficiar a los propietarios que vuelquen sus inmuebles al mercado. Según Pighin, funcionaría de la siguiente manera: “Que los dueños tengan una compensación, una promoción positiva, y que ingresen en ese plan por tres contratos de locación, que por nueve años no puedan vender el inmueble. Si esa persona después quiere venderlo al salir tiene que abonar todo lo que se ahorró actualizado”.

Con info de UNO Santa Fe

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