Se repitieron episodios similares en los últimos días producto del calor agobiante y la bajante del curso de agua.

Alertaron que el calor, la bajante y la llegada de personas al río hacen que las palometas estén cerca de la costa y puedan atacar a las personas.

Natalia, una mujer que fue a pasar la tarde junto a su novio, sufrió una mordedura y debió pedir asistencia este martes a la tarde en Rosario.

Además, contó que muchas personas sufrieron heridas similares el fin de semana. “Vine a pasar el día con mi novio a un parador del Paraná Viejo y me mordieron en el dedo de la mano”, relató Natalia en medios rosarinos.

Agregó que al momento del ataque de la palometa sintió “un golpe”, como si le hubiesen “golpeado la mano con un hierro”.

Con información de Sin Mordaza

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