Según los datos abiertos del Ministerio de Economía, el presupuesto ejecutado al 18 de febrero indica que el 38,58% de la masa presupuestaria fue al servicio de la deuda.

Desde que Javier Milei asumió la presidencia, el Gobierno ejecutó más plata del presupuesto para el pago de deuda que para el sistema de seguridad social. Y, por el calendario de vencimientos, ya utilizó el 54% de todo el presupuesto para los compromisos.

Según los datos abiertos del Ministerio de Economía, el presupuesto ejecutado al 18 de febrero indica que el 38,58% de la masa presupuestaria fue al servicio de la deuda. Mientras tanto, el 35,39% fue destinado a la Seguridad Social.

Radiografía del ajuste en el inicio de la era Milei

Traccionados por el repunte de derechos de exportación e Impuesto País (recursos no coparticipados con las provincias), los ingresos fiscales del gobierno nacional crecieron 1% real contra un año atrás. En contraposición, el gasto primario cayó de manera generalizada en prácticamente todos los rubros. Prestaciones sociales y gasto operativo (fundamentalmente salarios) se desplomaron 30% anual real y conjuntamente explicaron el 57% de la caída del gasto.

Los recortes en Subsidios y Obra pública fueron aún más pronunciados (-64% y -86% real, respectivamente) y explicaron 35% del ajuste. Los giros a las provincias se desplomaron 72% anual real y contribuyeron con solo 6% del ajuste general, aún con el ruido político que generaron.

Según la consultora LCG, enero suele ser un mes en el cual la estacionalidad del gasto juega a favor. De hecho, de los últimos 10 años, seis eneros contaron con superávit). Solo en lo referido a la Administración Pública Nacional, el Gobierno pagó menos de la mitad de los gastos devengados en el mes: la deuda flotante asciende al 55% de los compromisos asumidos.

Esto equivale a $ 2,4 billones, un monto incluso superior al resultado primario registrado, es decir que sin este freno en los pagos el equilibrio de las cuentas públicas no se habría alcanzado.

Ajuste en salarios

Según el centro de estudio santafesino Mate, la cifra de la pérdida para los trabajadores en su conjunto es abrumadora: $ 1.128.278.000.000 de bolsillo (incluye sector privado registrado y no registrado, y sector público) y $ 390.202.000.000 pérdida directa de recaudación fiscal por aportes y contribuciones.

Además, $ 1.652.611.000.000 es la suma de los valores perdidos con la licuación salarial. Como en diciembre impacta el aguinaldo, se licuó un salario y medio por cada trabajador registrado, elevando el monto de la transferencia de riqueza generada. La mayor parte de esos 1,65 billones fue ganancia adicional para exportadores, alimenticias, energéticas y otras.

Fuente: El Destape

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