Si están bien y logran descansar adecuadamente, sería la primera opción para armar el once que recibirá el sábado al último del torneo. Se hizo largo y duro el regreso desde Lima.

Por Enrique Cruz

Hubo cinco cambios entre Racing y Aldosivi y tres entre Aldosivi y Municipal, que debieron ser cuatro si no se lesionaba Morelo (iba a ser titular en Lima). Los cinco lesionados (Vigo, Esparza, Fritzler, Heredia y Morelo) precipitaron decisiones que quizás no estaban en la mente de Lavallén. Por si todo esto fuera poco, se encontró con un desnivel de rendimiento muy grande entre el partido con Racing (que vio en el palco) y el cotejo con Aldosivi (que dirigió desde el banco). Las pruebas salieron bastante mal y hubo que reorganizar el equipo con lo que quedaba (de jugadores y de tiempo). La noche limeña trajo alegría y tranquilidad, aunque sea momentánea.

 

Es real el desequilibrio que hubo en estos tres partidos. Pero la receta futbolística, más allá de los nombres, empleada en el último es lo que a Lavallén le queda como más satisfactorio. Inclusive, superando quizás sus propias expectativas porque la diferencia de juego, de solidez y de contundencia entre un partido y otro (Aldosivi y Municipal) fue muy grande.

 

La sana intención de manejar la pelota con criterio y de que el equipo sea corto y solidario, es lo que se rescata como un cambio positivo. No hubo problemas defensivos y los cuatro del medio jugaron un buen partido. Celis le dio equilibrio y contención, mientras que Bernardi, Zuqui y Estigarribia no sólo manejaron bien la pelota sino que tuvieron presencia ofensiva (Bernardi y Estigarribia hicieron goles y Zuqui le bajó la pelota al Pulga en el segundo).

 

“Tengo que ver cómo terminaron, cómo llegamos a Santa Fe y con qué panorama me encuentro allá”, dijo Lavallén después del 3-0 en el Nacional de Lima. A Fritzler, Esparza, Morelo y Vigo hay que descartarlo de plano para el sábado. El único que podría tener una ventana abierta es Heredia, pero al no viajar ni a Mar del Plata ni a Lima, ha perdido la chance de sumar conceptos. Tiene el alta médica, pero no está en una condición futbolística, hoy, de igualdad con los que Lavallén tuvo en estos días de convivencia, viajes y partidos. En consecuencia, lo más probable es que tampoco esté en los planes prioritarios del técnico.

 

La duda de Lavallén puede pasar por lo físico. El viaje de regreso no fue fácil: entre los vuelos, la espera en el aeropuerto de Ezeiza y el traslado en micro de Rosario a Santa Fe, fueron más de 12 horas y una noche sin dormir. O durmiendo mal. Entonces, mucho descanso, muy poco trabajo y a tomar decisiones futbolísticas y tácticas hablando con sus jugadores, algo que Lavallén le anticipó a El Litoral en Mar del Plata, antes del viaje a Lima: “Voy a tener que arreglar de boca lo que tengo que solucionar en el campo y entrenando”.

 

Pero se jugó bien en Lima. Hubo buen trato de pelota, contundencia y algunas cosas que demuestran que el poco tiempo de ensayo sirvió. La prueba clara es el gol de Estigarribia (pelotazo del Pulga puesto en el rol de lanzador y definición estupenda del paraguayo como si fuese un “9”), en ese intercambio de posiciones rápido y preciso. Y después, Bernardi ha ratificado (con su buena actuación) la confianza que el técnico parece dispensarle, Zuqui anduvo bien, Celis también, Chancalay se adaptó a su rol de acompañante del Pulga y de volante lateral en los últimos 20 minutos del partido y el Pulga, con sus dos asistencias y su gol, se ganó el “título” de figura del equipo.

 

Lavallén dijo que “empezaré a trabajar en serio, desde lo táctico, después de San Lorenzo”, pero lo de Lima, si están todos bien y logran descansar, permite suponer que la tentación de repetir el equipo y de no producir tantos cambios como en los primeros dos partidos de su ciclo, resulta irresistible.

 

Un grande, último

 

Dos triunfos seguidos, uno por la Copa y otro por la Superliga, le dieron un poco de aire al necesitado Jorge Almirón, un entrenador que llegó con pergaminos a San Lorenzo pero al que las cosas le iban muy mal y hasta se dudó de su continuidad en el cargo después de la dura caida ante Boca en la Bombonera.

 

San Lorenzo está último y será el rival de los sabaleros, el sábado a las 20, para poner al día a la Superliga con la disputa de este partido que, en su oportunidad, fue postergado a raíz de la descompostura que tuvieron los jugadores de Colón luego del viaje a Buenos Aires para jugar con Lanús.

 

Torrico; Víctor Salazar, Coloccini, Senesi y Pérez; Román Martínez, Loaiza y Castellani; J. C. Salazar, Blandi y Fértoli serían los once titulares para jugar ante Colón. No estará Insaurraldo, convocado por la sub 20 para disputar tres amistosos en España ni tampoco Reniero, que está a las órdenes de Almirón pero no sería titular.

Fuente: El Litoral

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