El 11 de marzo de 2020 se declaró la pandemia por coronavirus a nivel mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al cumplirse tres años, Sonia Martorano  se refirió sobre las desafíos afrontados y las enseñanzas aprendidas por los equipos de salud en la provincia de Santa Fe.

Por Matías De Philippis/ Uno Santa Fe

Este sábado 11 de marzo se cumplen tres años del inició de la pandemia y UNO Santa Fe convocó a la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano, para dialogar y analizar lo que dejó la llegada del Covid-19, la cuarentena, las restricciones, el trabajo de los equipos de salud, la vacunación y sobre todo, las enseñanzas y los aprendizajes del trabajo que se llevó adelante en toda la provincia de Santa Fe en un terreno que, para aquel entonces, era totalmente desconocido.

A mediados de junio del 2020, Sonia Martorano asumió oficialmente como la nueva ministra de Salud de la provincia de Santa Fe, días después de la renuncia de Carlos Parola. De ese modo, la ex secretaria de Salud, reemplazaba en plena pandemia al médico santafesino, que por su edad (60), estaba incluido dentro de los grupos de riesgo del coronavirus.

—¿Qué análisis hace a tres años del inicio de la pandemia por coronavirus que sacudió al mundo?

Pasaron tres años de una catástrofe sanitaria mundial, la cual, en primera instancia fue impensada y encontró al mundo sin preparación y sin experiencia de algo similar. De manera tal que no existía un manual de procedimiento y gestión que marque los escenarios y tratamientos posibles. Pienso que cuando pasen los años, mirando en perspectiva, vamos a entender la magnitud de lo que vivimos.

En primera instancia, las poblaciones que tuvieron que enfrentarse a algo nuevo que cambió los paradigmas de vida absolutamente. Por otro lado estuvieron los equipos sanitarios, donde la pasión y vocación salieron a flor de piel evidenciando el trabajo en equipo.

Desde la Provincia se generó un plan director con una gran articulación entre el sector público y privado, en una gran mesa con diferentes actores donde proyectamos los escenarios que se aproximaban. Ese plan rector tuvo como una de las patas fuertes a los protocolos de atención. Si algo demostró la pandemia es que pudimos tener planificación, logística y formación de equipos con el objetivo firme de minimizar el impacto de lo que se venía en la población, cuidando a los trabajadores de la salud y asistiendo a los sectores más vulnerables.

Por ejemplo, hubo que planificar la compra de barbijos, que por aquel entonces había que conseguirlos en el mundo. La gran logística de compra y distribución nos permitió el éxito. De igual manera se trabajó fuertemente en la estrategia y organización de camas fortaleciendo el sistema de salud provincial con un panel único de atención articulado entre lo público y privado.

—¿Cómo encontró la pandemia a una gestión de gobierno recién iniciada?

La pandemia, además de la complicación mundial de traer lo desconocido, en Santa Fe nos encontró con una gestión recién comenzando. Ya a mediados de enero empezó a sonar el nombre del coronavirus y en los equipos de salud comenzó a hacer ruido. En febrero iniciamos las primeras reuniones en base a la información que teníamos y que nos llegaba del mundo.

Ya con la llegada de la pandemia y las restricciones, tengo que decir que el sistema de salud funcionó bien, porque fue articulado y se ejecutó como único. Quiero resaltar la unión y el trabajo en equipo donde se dejaron de lado las baterías políticas, todos juntos mirando el estado de situación y aportando en consecuencia. Fueron días muy complejos donde estuvimos activos 24 horas por los siete días de la semana.

A modo de ejemplo, hay que recordar que desarrollamos todo un sistema de laboratorio de biología molecular en muy poco tiempo. Primero podíamos realizar algunas pocas muestras en el laboratorio central de Santa Fe, con extracción manual, y en Rosario en el Cemar. En la actualidad tenemos laboratorios en Rafaela, Reconquista, en Santa Fe, en Rosario, en Granadero Baigorria y Venado Tuerto; algo impensado años atrás. Todo esto queda hoy como capacidad instalada para dar un salto en calidad en atención de salud.

—¿Cree usted que estuvieron bien los tiempos de la cuarentena y las restricciones?

Hoy viendo en retrospectiva, entiendo que estuvieron bien los tiempos de la cuarentena y las restricciones; es más, fueron fundamentales, porque lo que logramos fue retrasar los picos de contagio que sabían que venían. Sin las restricciones, estaríamos hablando de una tragedia porque necesitábamos todo el tiempo posible para la preparación de estructura y equipos; a modo de ejemplo, las camas en Santa Fe no alcanzaban, recordemos que se instaló un hospital de campaña. Lo más angustiante para nosotros eran los elementos de protección personal, equipamiento que vino de China y nos llevó tiempo conseguirlos. Además, el tiempo nos dio la posibilidad de la preparación de todo el personal de salud.

En cuanto a la prolongación en el tiempo de las medidas de restricción, Santa Fe fue una de la provincias que antes salió y con la aplicación de muchas precauciones. Por eso, la gran importancia de la mesa de expertos conformada por el gobernador Omar Perotti, donde no sólo había médico, sino también infectólogos, rectores de universidades, sociólogos entre otros especialistas; los médicos éramos más de restringir y las otras posturas pensaban en lo contrario, en lo social, en lo económico, lo productivo.

—¿Considera que ya se dejó la pandemia atrás?

La pandemia ya forma parte de nuestra historia. El Covid-19 pasó a ser un virus estacional que seguramente tendrá aumentos de casos como con otras enfermedades, pero la vacunación fue un antes y un después. En la historia de la humanidad la vacunación es la que cambia la evolución de las enfermedades. En este caso, nosotros comenzamos en marzo del año 2020 y el 29 de diciembre de ese mismo año ya estábamos vacunando. Nunca existió una vacunación tan rápida y nos permitió en la segunda ola ya tener las primeras dosis; ya en la tercera ola con la variante Ómicron los contagiados no ocupaban camas.

Si bien no está definido aún, creo que estamos avanzando hacia una vacunación anual. Esto se definirá en el corto tiempo. Mientras tanto continúa la vacunación tras 120 días de la última dosis de las vacunas en uso. Ya la población tiene otra evolución de inmunidad contra el virus, y aunque seguramente tengamos algún incremento en los contagios, será con una evolución estacional.

A todos los equipos de salud le quedaron varias sensaciones de la pandemia. Por supuesto el enorme dolor por las muertes ocurridas y la dureza extrema de la realidad de los primeros meses dentro de las terapias intensivas. Fue muy duro y doloroso ver a la gente joven internada, pero en un momento comenzamos a pensar en la gran cantidad de muertes que se estaban evitando con todo el trabajo del personal de los equipos de salud. En la provincia de Santa Fe, la letalidad del Covid-19, tomando la cantidad de muertos sobre los infectados, es del 1.19 por ciento, un índice realmente bajo. Nos duelen todas la muertes que dejó la pandemia, pero sabemos también que se salvaron muchas vidas.

 

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