La abogada proteccionista Natalia Pallavicini dialogó con Tren Urbano acerca del amparo que presentó junto a Ivana Olivetti y Domingo Rondina por los “animales no humanos” que residen en la Granja La Esmeralda.

Lo que piden los ambientalistas es que la granja recupere su espíritu inicial de ser un centro de rescate, rehabilitación y reinserción de animales silvestres. Pallavicini recordó que a la granja llegan animales que provienen del tráfico ilegal, del mascotismo y de la caza.

La granja ha dejado de cumplir esa función y actualmente funciona como un depósito de animales, funciona como un zoológico que exhibe animales como si fueran cosas. La gente va y lo toma como un paseo, como un entretenimiento”, manifestó Pallavicini.

Proponen que los animales que no puedan ser liberados, porque no pueden sobrevivir en su hábitat por haberse ya acostumbrado al cuidado humano, queden allí en mejores condiciones y que no sean exhibidos. Que el público concurra a la granja e “interactúe con el conocimiento de los animales pero a través de otras herramientas pedagógicas como la incorporación de nuevas tecnologías. A través del contacto con la flora pero no con los animales”.

Hoy en día los zoológicos están siendo cuestionados. Los nuevos paradigmas plantean una mirada sobre los animales como sujetos, como seres sintientes. Gracias al aporte de la ciencia se llegó a la conclusión de que los “animales no humanos tienen conciencia y también son seres emocionales”.

“Tenemos que estar a la altura de estos nuevos paradigmas. No nos podemos permitir semejante atrevimiento de seguir sosteniendo estructuras que tenemos que empezar a cambiar”, finalizó Pallavicini.

Escuchá la entrevista a la abogada proteccionista Natalia Pallavicini:

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