César Carignano, periodista y ex jugador de fútbol profesional , se refirió al fallecimiento del Morro García que conmocionó al mundo del fútbol.

El escrito de César Carignano tuvo una gran repercusión, y sus seguidores la compartieron, como el caso de Bruno y Mauro Pittón, más el prestigioso periodista Fabián Godoy. En tanto que La Nación, en su edición online, también se hizo eco de su escrito.

Las partidas prematuras siempre duelen. Pero muchas veces lo prematuro, lo sorpresivo, es para los lejanos, los de afuera. De cerca, las vidas se ven diferentes. Imperfectas, complejas, irregulares.

La imagen idealizada del futbolista como un ser de otra dimensión pone a la mayoría del lado de la sorpresa ante estos episodios porque bajo el paraguas de la fama y el buen pasar económico pareciera que nada afecta. Pero nadie es invulnerable, imperturbable.

Lo triste es que deban ocurrir situaciones como estas para que muchos entiendan al futbolista como un ser humano que juega al fútbol. Un ser social plagado de temores y defectos más allá del brillo de su profesión. Ni más ni menos que eso. Ni más ni menos que nadie.

A veces la carga se siente tan pesada que no hay opciones a la vista que la alivianen ni la reviertan. Aunque desde afuera, como siempre, parezca fácil.

Desde el momento que se conoció que se trató de un suicidio, empezaron las conjeturas periodísticas para acercarse a las razones pero también se iniciaron las tareas de la fiscalía, que con el correr de las horas dio detalles reveladores que encontraron en el celular del uruguayo, con un mensaje hacia una mujer, con la que habría tenido una relación amorosa.

Según contaron las autoridades cuyanas, el Morro (se pegó un tiro en la cabeza) estaba en pareja con una mujer policía de Mendoza (se reserva su identidad) y era una situación complicada porque ella estaba dejando a su marido para continuar el vínculo con el delantero.

Hace unos días el futbolista y la uniformada tuvieron una discusión y él le envió un mensaje a la mujer diciendo que se había comprado un arma y que se iba a quitar la vida, según las fuentes consultadas Diario Uno de Mendoza.

En este contexto, con estos datos, la causa se archivará cuando la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, obtenga las pericias de rigor al término de la necropsia.

Vale destacar que El Morro atravesaba una fuerte depresión y estaba con tratamiento psiquiátrico. Llevaba más de un año sin ver a su hija y eso lo atormentaba. Además había dejado atrás el coronavirus hacía pocos días y no era tenido en cuenta por Godoy Cruz.

Con información de UNO Santa Fe y UNO Mendoza

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