Colón completó su tercer amistoso con derrota ante Newell’s, pero un bosquejo real de lo que tiene Domínguez y lo que le falta para visitar a Defensa y Justicia.

Así como hubo que esperar más de 200 días para escucharle la voz a Eduardo Domínguez como DT de Colón en su segundo ciclo, también hubo que aguardar bastante para ver en acción al equipo superior en un partido amistoso.

La pandemia cambió hábitos de todos los ciudadanos del mundo y en Santa Fe, concretamente en el mundo rojinegro, no fue la excepción. Por eso el actual estratega prefirió profundizar aspectos tácticos y físicos puertas para adentro, hasta que los rumores le fueron dando paso a la información.

Por eso en esta recta final, el equipo sabalero decidió jugar más de lo que entrenó en la última semana. Es que si nos situamos en el sábado 17 de octubre, desde el 4-1 a favor contra Rosario Central, pasando por el 3-1 frente a Atlético de Rafaela, hasta este revés 2-1 en el Coloso Marcelo Bielsa frente a Newell’s Old Boys.

El único partido que se pudo observar por la pantalla chica es un buen aliciente para el hincha de Colón, aunque los otros dos todavía desnudaron falencias que en una semana completa intentará corregir Domínguez para pisar el Norberto Tomaghello el 1 de noviembre ante Defensa y Justicia.

La formación titular que plantó frente al Canalla fue con Leonardo Burián; Emanuel Olivera, Bruno Bianchi, Rafael Delgado; Alex Vigo, Rodrigo Aliendro, Federico Lértora, Facundo Farías, Gonzalo Escobar; Tomás Chancalay y Wilson Morelo.

Cuatro días después, el DT plantó a: Leonardo Burián; Emanuel Olivera, Bruno Bianchi, Rafael Delgado; Alex Vigo, Yeiler Góez, Federico Lértora, Rodrigo Aliendro, Gonzalo Escobar; Facundo Farías y Wilson Morelo.

Finalmente, este sábado llevó a Rosario una dotación variada y apostó por Leonardo Burián; Gian Nardelli, Facundo Garcés, Rafael Delgado; Alex Vigo, Yeiler Góez, Christian Bernardi, Eric Meza; Facundo Farías, Luis Rodríguez; Lucas Viatri.

Está claro que desde ese 10 de agosto hasta el 17 de octubre el pensamiento de Domínguez o mejor dicho, su prioridad, más allá del contexto nacional por la pandemia, fue diferente al que utilizó en siete días.

Es que se viene la hora de la verdad y en seis partidos se puede abrir o cerrar el futuro de objetivos para un equipo que busca reinsertarse en el plano internacional y pensar para arriba, dejando de lado la lucha por esquivar los peores promedios.

Con información de UNO Santa Fe

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