Tren Urbano se comunicó con José Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre para charlar sobre la suspención del partido Argentina Israel.

“Acá nunca se trató de un partido de futbol. Es una maniobra política de un estado (Israel) que ocupa militarmente una región (Palestina) hace 70 años desde el 48’, luego desde el 67’. Hay cientos de resoluciones de Naciones Unidas exigiendo el retiro del ejército israelí y salvaguardando a Jerusalén como una ciudad que deberá ser acordado su estatus una vez que se constituya el estado Palestino. Israel tiene una estrategia que es expulsar a los palestinos de su territorio, lo viene haciendo hace 70 años. Hay expulsados 5 millones de palestinos, en Siria, Jordania, en campamentos de refugiados, y los que están dentro de Israel sufren, según Naciones Unidas, la política de apartheid. Un racismo extremo, hay 50 leyes que diferencian a un ciudadano israelí de origen judío de un ciudadano israelí de origen árabe o palestino. En esas condiciones con el ascenso de Trump al gobierno de EEUU Israel avanza y Trump comete la brutalidad diplomática de trasladar la embajada a Jerusalén. Solamente lo acompañan dos países satélites de EEUU, Guatemala y Paraguay. Ni siquiera la Argentina se anima a semejante brutalidad, pero lo que hacen el premier de Israel y Macri es acordar una operación propagandística que es llevar a Messi. Tradicionalmente hace muchos años la Argentina juega su último partido antes del mundial en Israel, pero lo juega en Haifa, no en Jerusalén. Y particularmente este estadio fue construido sobre las ruinas de un barrio palestino demolido en 1948, y además el club dueño de este estadio cambió su nombre por el de Donald Trump.

El negocio del partido lo hizo Torneos y Competencia, que es una empresa del Grupo Clarín alineada a Macri. El negocio fue acordado por Macri y Netanyahu. Y la dirección de AFA consintió este negocio hasta que le explotó en la mano. Porque no contaban con el repudio internacional y argentino. En la Argentina hay un movimiento de apoyo a Palestina cada vez más fuerte, que se expresó de manera multitudinaria sin ninguna amenaza, eso es una mentira. El estado de Israel ocupa militarmente Palestina desde 1967. En Jerusalén no hay un atentado ni nada que se le parezca en 20 años. El movimiento palestino, más allá de lo que diga, no tiene la menor capacidad de atentar contra nadie en territorio israelí, como se demuestra desde hace años. Por lo tanto todo ese cuento de amenazas es un invento. Lo que sufrieron los jugadores fue la vergüenza de entender que los estaban utilizando para algo que ellos muy bien no entienden, que es una operación  política de dominación colonial. Cuántos de ellos entienden eso lo sabrá cada uno de ellos, lo concreto es que se negaron a ir a jugar por las razones que ellos tendrán en la cabeza. ELl gobierno de Israel ha sufrido una derrota espectacular. Y el gobierno de Macri ha quedado en ridículo, lo disimularán un poco los medios y sus amigos, pero el papel ridículo de prometer un negocio político que no pudo cumplir como ahora le reclama el ministro de defensa israelí. Problemas de una derecha que se cree más fuerte de lo que en realidad es. El pueblo argentino es un pueblo que ama la paz, que está por la amistad de Israel y Palestina. En la Argentina no hubo un enfrentamiento y no lo va a lograr Macri, ni el estado de Israel, ni la DAIA, que ahora pretende dar lecciones de ética cuando acaban de expulsar a su presidente por acoso sexual.

El gobierno sabía perfecto lo que quería, pero Macri no es tan analfabeto como para no saber que no hay derecho a hacer ninguna actividad diplomática en Jerusalén, que el estado argentino no puede avalar la ocupación militar en Israel. Por eso el estado argentino no tiene su sede diplomática en Jerusalén ni realiza ninguna actividad en Jerusalén porque por ahora no ha cruzado la línea de romper los pactos de las Naciones Unidas. Es más, acaban de decir que respetan la resolución de las Naciones Unidas de constituir dos estados para dos pueblos.

Ellos sabían lo que ocurrió, pero fracasaron, los derrotamos. El movimiento popular le impuso una derrota de proporciones que la disimulan ahora con sus voceros. Pero el mundo sabe que Macri fue derrotado en su maniobra y ahora le harán pagar a la AFA,  que son todos empresarios que han destruido el espíritu deportivo  y como son poco conocedores de la política internacional se creyeron que se iban a quedar con 2 millones de dólares y ahora es un problema de ellos si lo devuelven o no lo devuelven.”

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