Un incendio de importantes proporciones devastó este lunes la Catedral de Notre Dame de París, cuya cubierta quedó totalmente derrumbada tras las intensas llamas, empezando por su emblemática aguja, una de las señas de identidad del templo parisino.

El incendio estaría “potencialmente relacionado” con las obras de renovación del edificio, según apuntaron fuentes de Bomberos citadas por la televisión francesa BFMTV.

El fuego se avistó por primera vez en la parte de la cubierta de la cabecera, sobre el deambulatorio, en torno a las 18.50 (hora local) de este lunes y una hora después se derrumbó la aguja y posteriormente todo el techado de la catedral.

“Todo está ardiendo. Toda la estructura, que data del siglo XIX en un lado y del siglo XIII en el otro… No quedará nada”, se lamentó un portavoz de la catedral, André Finot. “Habrá que ver si resiste la bóveda, que protege la catedral”, añadó.

Las fuerzas de seguridad establecieron un perímetro de seguridad en torno a la catedral y desalojaron los puentes que comunican la isla de la Cité, donde está el templo, con el resto de la ciudad.

Mientras, un portavoz de Bomberos respondió a las acusaciones de pasividad explicando que se movilizaron importantes medios humanos y materiales: un helicóptero y un avión no tripulado han sobrevolado la zona para facilitar la labor de bomberos y policías, que mantuvieron alejados a turistas y vecinos.

En concreto, el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez, informó de que hasta 400 bomberos fueron movilizados para responder a “un fuego muy violento”. De hecho, uno de los bomberos que trabajan en las labores de extinción resultó gravemente herido.

El primer teniente de alcalde de París, Emmanuel Grégoire, explicó en declaraciones a BFMTV que la prioridad es “evitar el hundimiento para que no haya víctimas entre los vecinos y los turistas”.

“Ahora la prioridad es salvaguardar las obras de arte del interior, ya que el daño puede ser mayor, y también hay que controlar el incendio”, añadió.

De hecho, las autoridades están evacuando parte de la isla de la Cité, donde se encuentra Notre Dame y se habilitaron varios espacios para alojar durante la noche a los desplazados. En la isla viven unas mil personas, según las estimaciones oficiales y acoge hasta cinco hoteles ocupados en su mayoría por turistas.

Fuentes: El Litoral, Telam, La Nación

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