Rosario: Joel Nicolás Nichea fue hallado sin vida tras un llamado al 911. Su novia y otro chico que lo acompañaba quedaron detenidos. No apareció el arma.

Un llamado a la central 911 dio cuenta este sábado al mediodía de la muerte de un joven de 19 años al que médicos del Sies encontraron fallecido con un disparo en la cabeza en una casa de barrio Las Flores, en la zona sur de Rosario. Según pudieron apreciar los investigadores y además confirmaron los vecinos, en ese lugar funcionaba un búnker de venta de drogas. El arma usada en el crimen no apareció.

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Por el hecho fueron detenidos dos jóvenes que estaban con el muchacho al momento del disparo y que brindaron versiones contradictorias: su novia, una adolescente de 17 a disposición de un juzgado de Menores, y un joven de 18 que será sometido a audiencia imputativa.

El trágico hallazgo cuando y cómo sucedió en Rosario

El caso ocurrió el mediodía del sábado en una casa de la calle 5 de Agosto entre España y el pasaje 521, una cuadra al sur del puente de la avenida de Circunvalación que está en uno de los accesos al barrio y en cercanías de un Centro de Convivencia Barrial del municipio.

Un llamado a la central telefónica 911 advirtió que había un chico herido y se había registrado un disparo de arma de fuego en el lugar y así fue que llegó hasta allí una ambulancia del Sies. Los médicos constataron la muerte de Joel Nicolás Nichea a causa de un disparo en la cabeza. El joven fallecido tenía 19 años y, según pudo reconstruir la investigación horas más tarde, era novio de una adolescente cuya familia está ligada a la venta de drogas en la zona.

Intervención de la Policía de Rosario

Los policías que se presentaron en el lugar junto al fiscal de en turno de la Unidad de Homicidios, Alejandro Ferlazzo, constataron a simple vista que el lugar funcionaba como un puesto de venta de drogas. El único mobiliario dentro de la vivienda era una cama y los primeros vecinos entrevistados confirmaron que la casa era utilizada como búnker para la venta de sustancias al menudeo.

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A ese contexto ligado a comercio de estupefacientes se sumaron otros elementos que llevaron a la detención de las dos personas que acompañaban a Joel. El chico fallecido tenía un disparo en la cabeza pero no se encontró ningún arma de fuego en la escena. Así, a pesar de que las primeras informaciones catalogaban al caso como una muerte dudosa, la ausencia del arma llevó a descartar la posibilidad de un suicidio o una autolesión.

Fuente: Sin Mordaza

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