Se pudo observar un nivel alto de acatamiento a las medidas dispuestas por las autoridades estatales en Rosario para frenar el aumento de contagios de covid-19. En el microcentro, hubo escasa actividad en la mañana del sábado.

En la primera mañana después del retroceso a medidas similares a la fase 2, el microcentro de Rosario se mostró con muy poca gente circulando. La zona más céntrica de la peatonal Córdoba tuvo un movimiento muy escaso.

Los negocios no esenciales se mostraron todos cerrados al respetar las acciones emprendidas por las autoridades. Como el caso emblemático del gran local comercial de la esquina de Córdoba y Sarmiento. O las grandes tiendas de ropa y electrodomésticos. Nadie pudo acceder a esos locales en la mañana del sábado. Sí pudieron verse abiertos algunos bares (con la modalidad “para llevar”) y farmacias. Otros establecimientos gastronómicos optaron directamente por cerrar. La plaza San Martín, otro lugar que da indicios del movimiento en la zona céntrica, también se mostró con escasa cantidad de gente circulando.

En toda el área céntrica se pudo observar a policías y personal de Control Urbano, y de Tránsito. En la plaza Pringles, tres uniformados se encontraron en ese lugar en tareas de control. La gente en ese sector pudo circular e inclusive se pudo observar a personas sentadas en los bancos.

El uso de barbijos fue unánime entre toda la gente que estuvo en la calle. Se vieron mascarillas puestas en todos los transeúntes sin excepción.

Mientras en el centro la actividad fue muy escasa, en los barrios como Pichincha hubo negocios abiertos y un nivel de movimiento muy similar al observado en los últimos meses.

Con información de El Litoral

 

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