Tren Urbano dialogó con el politólogo Gustavo Marangoni, director de M&R Asociados, sobre el panorama electoral.

Sobre las últimas elecciones provinciales Marangoni afirmó que “han tenido un enorme color local, no ha habido novedades. Los oficialismo triunfan, las fuerzas que tienen una hegemonía larga en cada uno de esos distritos se han impuesto”. “La decisión de separar las elecciones provinciales de la nacional nos permite inferir que los distintos oficialismos provinciales advierten que no hay liderazgos nacionales que sean lo suficientemente contundentes para abrazarse a ellos en el cronograma electoral”, puntualizó.

“En lo que hace a la provincia de Santa Fe, va a ser el primer elemento para mirar con muchísima atención porque parece que el oficialismo va a tener que dar una batalla más peleada para mantenerse en el gobierno”, opinó.

En relación al escenario nacional el politólogo indicó que “El oficialismo ha elegido un adversario, el kirchnerismo, encarnado en la ex presidenta. No como un plebiscito sobre su propio gobierno, sino planteándolo como una suerte de gran encuesta respecto del pasado y del futuro, en esto que se dan en llamar los últimos 70 años contra un futuro de progreso, salteándose de esa manera el presente, pero poniéndolo como una discusión de valores. El jefe de gabinete Marcos Peña dijo en una frase que puede parecer abstracta, pero es muy elocuente, dijo ‘Esta va a ser una batalla por el alma de los argentinos’. Está planteando una elección que ellos pretenden poner en un andarivel de valores donde se van a sentir más cómodos que discutiendo resultados”, aseveró.

El gobierno comprende claramente, independientemente del grado con que lo admita de manera pública, que la economía ha retrocedido, y sobre todo, de las puertas de la casa para adentro. Por lo tanto, busca fidelizar lo que es la coalición no peronista y antiperonista, que es el reservorio más leal que tiene Cambiemos. La lealtad está definida en cuanto a que no está  atada a resultados. Aquel que es leal se supone que lo tiene que probar cuando no hay resultado. Es el momento ideal para los leales al gobierno porque resultados, sobretodo en el ámbito económico prácticamente no hay ninguno”, remarcó.

“Es lógico que la oposición encarnada en CFK plantee también de una manera muy sencilla que en el 2015 se estaba mejor. El tema es ver qué pasa con el 40% que, o está entre otras opciones, o se clasifica como indeciso, en cuanto a ver si poder corporizar en una tercera alternativa o si la elección se va  a definir en un tono polarizado como las últimas elecciones” apuntó.

Todo indica que el presidente va por la reelección, si se mostrara ahora otra cosa sería interpretado como un gesto de debilidad. Todo indicaría que va por su reelección. Salvo que la coyuntura económica siga dando datos desfavorables o haya episodios de imposibilidad de mantener el dólar más o menos gobernado, obligaría a hacer un refresh, este mencionado plan V, en referencia obvia a María Eugenia Vidal”, consideró.

Los liderazgos nacionales del presidente y de Cristina tienen 30 puntos a favor y 60 en contra. Esto es lo que alienta a figuras como Sergio Massa, Roberto Lavagna o Juan Manuel Urtubey a buscar capitalizar ese descontento. Pero esos sectores tienen que acumular prontamente, tienen que estar posicionados antes del 22 de julio, porque en la medida que el tiempo pasa los que ya están cuentan con una ventaja adicional”, indicó.

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