En su tradicional columna política el periodista Gustavo Castro analiza la realidad coyuntural con los anteojos de Néstor Carlos Kirchner, quien supo construir poder político amalgamando voluntad política con una fuerte capacidad de gestión enfrentando cada problema que logró resolver.

“Sería bueno analizar la figura de Néstor Kirchner en clave presente, no para decir que es lo que hubiese hecho Néstor Kirchner en estos casos pues da lugar a especulaciones que no tienen sentido”.

“Estaría bueno recordar algunas virtudes de Kirchner y quizás nos sirvan para leer mejor la actualidad y para tratar de evaluar hacia qué línea gubernamental se podría eventualmente avanzar en términos de ganar consensos democráticos para llevar adelante medidas que son necesarias para mejorar esta situación dramática que estamos viviendo desde varios puntos de vista”.

“Hay un concepto que hemos charlado que a la luz de la figura de Néstor Kirchner resulta muy claro y muy gráfico que es la voluntad política, es decir la voluntad de transformar la realidad aún con lo que se considera un contexto hostil  con relaciones de fuerzas que no son las mejores ahí aparece la voluntad con ese grado de audacia”.

“Es decir los mecanismos que están disponibles en la botonera no alcanzan para transformar la realidad en el sentido que uno desearía poder transformarla. Lo que se hace es romper la botonera e inventar una botonera nueva, rompo con la inercia estiro los límites ganando en margen y autonomía y efectivamente logro transforma esa realidad”.

“Se debe considerar las limitaciones enormes para poder transformar realidades, existen esas limitaciones sí. Lo que hay que hacer es oponerle la voluntad política lo suficientemente importante para tener éxito porque esa es la otra cuestión no alcanza solo con la voluntad, es necesaria pero no suficiente, se necesita capacidad de gestión para traducir la voluntad transformadora en hechos concretos. Se me ocurre el primer episodio ni bien arrancó el gobierno de Kirchner como lo fue el conflicto docente en Entre Ríos”.

“Este conflicto había provocado el cese de clases por meses en Entre Ríos, porque no se pagaban los sueldos, un conflicto tremendo. A los dos días se manifestó esta voluntad transformadora en hechos de gestión resolviendo el conflicto docente en Entre Ríos. Es decir hubo voluntad política y capacidad de gestión para poder resolverlo rápidamente. El tercer elemento que para un país como el nuestro con una tradición presidencialista donde el presidente ejerce el liderazgo, el presidente es el Jefe del país diciéndolo de una manera grosera”.

“ Ese jefe del país no implica el desdenio por las formas propias de un coalición como por ejemplo la del Frente de Todos, no implica que el resto se tenga que poner por debajo de la figura del presidente pero lo que si supone un ejercicio del liderazgo que sin no lo tenes de origen como no lo tuvo Néstor Kirchner y como no lo tiene Alberto Fernández. Ese liderazgo se construye a partir del ejercicio pleno de la autoridad del Estado  que democráticamente se pone en cabeza del presidente a través de la voluntad popular”.

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